Pues yo aún diría más... se trata de AMBIGUEDAD del Master. Una ambieguedad calculada, claro, pero no hay nada que le dé tanta "veracidad" a una partida como las situaciones moralmente ambiguas de las que estamos hablando.
El ejemplo de referencia es el famoso módulo "oficial" de Viaje a Falderbash del que hablábamos, con Perrin (Steve) de por medio, y los prejuicios mostalis como emblema.
Nada tan realista como las situaciones ambiguas, y mejor si no existe NINGUNA opción que responda correctamente a todas las espectativas. Eso obliga a tus jugadores (a sus PJ´s) a tomar posiciones implicándose mucho más en el mundo de juego...
Lo dicho, cuando ninguna solución es perfecta (en el famoso Módulo publicado junto a Apple Lane está demostrado, representa traicionar la fidelidad debida a un buen jefe, que ha sido honorable en todo momento, o vender a dos compañeros a un destino funesto por imposición de lealtades anteriores...) es cuando los casi siempre "comodones" jugadores se ven obligados a "entrar" de verdad en su personaje, en la moralidad de éste, y en su manera personal de ver el mundo.
Si juegas con orlanthis enfrenta a tus jugadores con la ejecución en su poblado de unos misioneros de las Siete Madres que no habían hecho ningún atisbo de violencia...
Si juegas con los lunares, pues te vale lo mismo una venta de esclavos traidos de las provincias del sur (Maniria), la ejecución pública de algunos rebeldes capturados (incluyendo adolescentes de apenas 15 años) o una visita del Murciélago Carmesí a estas tierras... en cuyo caso las opciones consabidas son tres: quedarse y posiblemente morir (la bonoloto), intentar huir y morir con seguridad si se es capturado, o esconderse... y morir cuando tus propios vecinos te denuncian, por aquello que mejor tú que ellos para que coma el animalico...
Ambiguedad e Iluminación.
Nos vemos.
Paco.
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