Las ruedas de oro de dara-happa son acuñadas mágicamente por los sacerdotes de Lokarnos, el valor que tienen es sagrado, debido a las bendiciones que el dios deposita sobre el metal consagrado a Yelm. Una burda imitación manual no tiene nada que ver con el efecto obtenido por los poderes sagrados, claro.
La credibilidad que tiene en dara-happa se convierte en credibilidad en el Imperio, la credibilidad ante los comerciantes del Imperio se convierte en credibilidad hacia otros comerciantes, que esperan intercambiarlas con comerciantes imperiales o con otros comerciantes que... Bueno, el juego del comercio.
En principio es un conjuro muy concreto, que no puede duplicarse si no eres un rígido, honrado y estricto sacerdote de Lokarnos (tan poco suceptibles a la corrupción como los de Buserian ;-) Por supuesto es posible que haya magia de ilusión y engaño capaz de imitar los efectos, pero un Embaucador de Rakenveg quizás preferiría convertir la paja en oro directamente.
En cuanto a métodos de acuñación menos elaborados, tecnológicos (seguramente incluirían algo de magia menor, como las actividades cotidianas de glorantha, pero sería más fácilmente duplicable), como diría el hombre de los Acertijos, si bien las técnicas de acuñación eran imperfectas, lo que hace más fácil la falsificación, las técnicas de acuñación eran imperfectas, lo que hace más difícil la falsificación. La mayoría de la gente no tiene los conocimientos ni la tecnología necesarios para producir monedas con el perfil del Emperador, mínimamente bien. Y los que lo tienen, necesitan aportar un capital y una mínima infraestructura clandestina, que podría ser descubierta en sociedades lo suficientemente organizadas como para que la acuñación sea relevante. Es decir, que habrá falsificadores, como ahora, pero no será demasiado corriente.
El precio de costo de la moneda no es sólo el peso del metal, sino también lo que cuesta fabricarla, sobre todo en una sociedad antigua. Grandes organizaciones, como el Imperio Lunar podrían abaratar costes mediante la producción masiva.
En cualquier caso, para métodos de acuñación menos fiables que Lokarnos: un conjuro divino específico, quizás el incremento del valor sería más reducido. No sé cuánto, aunque podría tratar de informarme. Estoy seguro de que en el Imperio Romano las monedas acuñadas valían más que el peso del metal, pero no sé cuánto.
Además, con las monedas de oro uno puede permitirse más lujos. Los lunares de plata estarán acuñados sin duda, pero nada del otro mundo, y los contantes de bronce puede que sean meros trozos de metal.
Saludos,
Antonio
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