A mí me gusta que los personajes patos tengan rasgos de humor, de hecho me gusta eso en casi todos los personajes (es más realista, todos tenemos alguna cosa "graciosa"). Pero un personaje que sólo sea gracioso está bien para una sesión divertida, pero no para una campaña... la persona que lo interpreta acaba aburriéndose de él.
Ahora bien, los patos SON graciosos. Es decir, para los humanos de alrededor. Son pequeños y plumíferos y tienen un acento muy raro, y parecen haber copiado nuestros dioses... ajajaja Ducka Fowl, el pato antepasado, a quién se le ocurre. Aparentemente, su cultura es un intento plumífero de imitar a los heortlingas de alrededor. Y fíjate, un pato parlante hablando de la muerte y del destino, qué gracia. Debe ser como ver un mono vestido de humano y haciendo cosas de humanos, en un entorno de cierta frivolidad resulta gracioso, paródico. Pues esa sería la impresión de muchos heortlingas ignorantes. En otros tiempos, la gente se reía de los enanos (los del mundo real) y todavía los sacan en las plazas de toros y en el circo. Imagínate un titiritero por el Imperio Lunar con su carro de rarezas, su Pato Parlante Que Toca la Lira y su Babuino Estudiante de Hechicería. Toda una diversión para las gentes que jamás oyeron hablar de estas cosas.
Por supuesto, desde la perspectiva de los patos, todo esto no les hace ni puñetera gracia. Como supongo que no les hace a los enanos, ni siquiera (vuelvo a suponer) a esos monos que visten con jersey. Ellos son "gente" normal con ambiciones, frustraciones, deseos, lealtades, problemas, y también, por supuesto, con algo de humor.
A la hora de interpretar un personaje pato uno puede dividirse un poco. Por una parte, ha de emPATIZAR con el personaje de carne y hueso, ponerse en su p... plumaje, y por tanto, tomárselo "en serio". Pero, por otra parte, como humanos ignorantes que somos, nos encanta reirnos de los patos, y al jugador "desde lejos" podrían resultarle ciertamente graciosos sus PATéticos intentos de ser admitido como uno más y de que todos comprendan lo trágico de su destino, puede jugar buscando el acento de una persona sin dientes, inventarse mitos supuestamente deformados (todos sabemos que en realidad los heortlingas copiaron sus mitos de los patos). El pato no se comporta como un payaso, pero consigue el mismo efecto si sus espectadores tienen prejuicios sobre los patos. Contradiciones de la vida. Trágico destino.
O sea, lo cortés no quita lo valiente, los patos son terriblemente serios y terriblemente graciosos. Todo depende de la perspectiva. O al menos esa es la opinión del Hombre de los Acertijos.
Saludos,
Antonio
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