La cosa depende mucho del ambiente que queráis impregnar al juego. Creo que a tí te gusta un estilo de realismo sucio muy histórico. En ese sentido, bueno, la vida es así, la guerra es así, el que se mete en combates es muy posible que acabe lisiado. Sería posible seguir jugando, pero también sería posible y muy normal retirar al personaje (en la vida real la gente se retira de la vida aventurera por estas cosas, es una cosa normal). En caso de seguir jugando y de que las lesiones sean muy graves o las tengan muchos jugadores, la partida puede perder tono si el estilo de las aventuras sigue siendo peleas continuas (gana comicidad el grupo de anti-héroes mancos y cojos pero eso sólo me parece bueno a corto plazo). Quizás habría que hacerlos envejecer un poco e ir variando a otro tipo de tramas (políticas, comerciales, etc.)
En general, si se quiere un estilo de juego totalmente realista no se debe mantener creo yo una campaña de aventura de combate todos los días y alto riesgo durante mucho tiempo sin variar el estilo. Entrar en un combate arriesgado debe ser algo más bien excepcional, que se evitará en lo posible.
El lado opuesto es el estilo super-heroico en el que a nadie le importa si alguien se rompe un brazo. Doy por supuesto que no quieres jugar ese estilo pero entre uno y otros hay términos medios.
Por ejemplo, el uso de magia regeneradora puede atenuar las consecuencias de la dura realidad. Y puedes hacer que esta magia sea todo lo difícil de encontrar que te convenga. Tal vez uno tenga que quedarse manco un par de aventuras, hacer una o dos que permitan encontrar el hechizo, y luego sufrir otras dos mientras la regeneración tiene lugar.
En mi última campaña de RQ uno de los personajes más carismáticos era un pato que quedó manco y era ya algo pat... lamentable. El jugador estaba encantado con su pato, que a pesar de todo era de armas tomar incluso con la mano mala (más por arrojo que por porcentajes). No estaba tan encantado como para no intentar regenerarse, pero le costó un poco de trabajo encontrar alguien que le lanzara el conjuro. Después, creo que la cosa iba tan lenta que no llegamos a jugar con el brazo totalmente regenerado.
Saludos,
Antonio
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