Pues te diría que, en los momentos en que las lanza (básicamente el Hobbit, si no recuerdo mal) encajan perfectamente en el contexto, no hay grandes alardes de surrealismo, cosas que no hubieran encajado en una saga nórdica ni personajes cargados de objetos mágicos de fabricación industrial en serie. Que es lo mismo que estaba diciendo antes.
No se trata de que la magia no sea llamativa o pirotécnica, y de hecho Gandalf es un famoso pirotécnico. Un mago con el poder del rayo, siendo un ser sobrenatural venido de otro mundo encaja perfectamente a mi juicio con el ambiente mitológico-saganórdica. Un mago con el poder de viajar en el tiempo no, ni una teleportación (hay efectos espaciotemporales, pero no se parecen nada a cómo suelen definirse en los juegos de rol típicos).
Tampoco digo que los mundos de fantasía tengan que adaptarse necesariamente a ese paradigma (en Glorantha, por ejemplo, si encajan teleportaciones), lo único que pido, dentro de mi gusto, es que la magia no quede encerrada en unas reglas prefijadas, sino que sea un instrumento para describir el ambiente, y que sea algo presente en el mundo, no un pegote que no encaja en sus esquemas.
Saludos,
Antonio
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