>He votado que con toda la frecuencia que me dejan, aunque eso ahora
>mismo significa que soy el único que dirige, porque el otro master
>está en plan vago, no hace nada y tengo mi PJ abandonado :P
Yo he optado por la vocación de Master más radical. Lo que verdaderamente me divierte es dirigir; la tensión de ser jugador me divierte algo, pero no tiene nada que ver, y además la posibilidad de ganar o perder personalmente me distorsiona bastante la capacidad de narrar (en ciertas etapas he pensado dedicarme sólo a dirigir y no jugar nada). Al mismo tiempo, al menos mi percepción es que soy peor jugador que director.
Lo que me pasa es que normalmente me cuesta mucho tiempo y trabajo preparar (y me da pereza, flohera y todo eso) y cada vez me gusta menos dirigir módulos, de manera que nunca dirijo con la frecuencia que me gustaría. Si no fuera por eso y por lo que digo a continuación, no me importaría nada (e incluso me gustaría) dirigir semana tras semana.
Hay otra cuestión, que es que muchas veces me planteo jugar como un aprendizaje continuo como Master. De un lado porque me ayuda a empatizar con la perspectiva del jugador, de otro lado, y mucho más importante, porque aprendo un montón de los diversos masters con los que he tenido la suerte de jugar. Creo que me ha ayudado mucho jugar con muy distinta gente y distintos grupos, además de en clubs de rol y jornadas.
Saludos,
Antonio
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