[G] Imperio Pacifista

Write haof XML files: Antonio Álvarez del Cuvillo <antalvarez1976_at_...>
Fecha: Fri, 17 Feb 2006 16:21:59 +0000

> Que yo sepa, nadie lo ha hecho.

Por si acaso, expando el argumento, que la sequedad en alguien de cierta incontinencia al escribir se puede interpretar como impertinencia.

El mejor ejemplo es Alejandro Magno. Aunque soy poco dado a la historia militar, algo sí que he leído de historia de las religiones y demás. Ahí he visto cómo se estudia en parte el pensamiento de Alejandro, que no fue profeta ni filósofo (aunque sí discípulo de Aristóteles) pero tenía "sus ideas". Parece que hay escritos del propio Alejandro en los que aparecen por primera vez conceptos como el de fraternidad universal más allá de culturas y religiones, y formas de sincretismo religioso, y es conocido cómo era bastante más "abierto" que la mayoría de sus contemporáneos a las diferencias culturales (hay algo de relativismo cultural en los pensadores griegos, por lo menos en Herodoto, pero el inclusivismo es propio del Alejandro). Parece razonable pensar que las ideas eran suyas; aunque pudiera haberse exagerado algo su figura, hay pocas dudas de que se tratara de una persona excepcional, y su furia conquistadora es la de un iluminado con una causa (o muchas causas), quizás más allá de lo razonable o de lo conveniente.

Podemos discutir si el sincretismo o el inclusivismo de Alejandro eran sinceros o era una cuestión de realpolitik; a mi juicio, el problema es que LA ALTERNATIVA ES ERRÓNEA PORQUE AMBAS COSAS PUEDEN SER CIERTAS. Pongamos, la construcción de un dios nuevo sintético y sincrético en Egipto mixto egipcio-griego, el culto de Serapis, un ejemplo de las cosas que hacen los lunares en Glorantha. ¿Era una cuestión de interés? Desde luego que sí, todos los líderes políticos de todos los tiempos han hecho uso de un modo u otro de la realpolitik. Pero eso no implica que fuera una conspiración trilateral judeomasónica en la que los líderes no se creían lo que hacían. Podía serlo, pero no tiene por qué. La experiencia nos dice que uno tiene tendencia a creer lo que mandan sus intereses, y a interesarse por lo que cree (los intereses casi NUNCA SON OBJETIVOS), en un curioso proceso de retroalimentación donde no faltan contradiciones, justificaciones y excusas. La postura simplemente cínica, igual que la simplemente ingenua, enmascaran esta contradición. En cualquier caso, cuando se habla de una persona concreta (Alejandro) el cinismo corre menos riesgo de equivocarse que cuando se habla de constructos ideológicos (el Islam, el Eje del Mal, la Cultura Occidental, el Cristianismo, el Anarquismo, el Imperio Lunar etc.) que hacen todavía más complicado el análisis.

Pero vamos, que esto no tiene nada que ver con el pacifismo. Nadie podría decir que Alejandro Magno era pacifista. Lo mismo para el Imperio Lunar. Si eran sincréticos, inclusivistas o tolerantes, eso no los vuelve automáticamente en pacifistas (los conceptos no se asimilan automáticamente). Suponiendo que Alejandro Magno o la Diosa Roja sean "sinceros" en su sincretismo, si son pacifistas, lo son de un modo escatológico, apocalíptico. Es decir, la paz ya llegará al final de los tiempos, cuando la guerra haya eliminado todas las trabas. Es como plantearse si un comunista ortodoxo de los de toda la vida es pacifista; no lo es, porque cree en una revolución violenta; sólo lo es de modo escatológico, milenarista: al "final de los tiempos", termina la dictadura del proletariado y la lucha de clases fundiéndose en la paz de la sociedad comunista.

Por eso insisto en que nadie ha defendido el pacifismo del Imperio Lunar. Hay un culto lunar pacifista, una secta extremista: los tipos de la LUNA BLANCA, pero esos son los jipis de turno. No sólo no pertenecen a la "oficialidad" de la religión lunar, sino que más o menos están prohibidos en una de las contradictorias excepciones a la libertad de culto.

Saludos,

Antonio

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