No es mi caso. La teoría de la práctica es tan amoral como la Iluminación. La gente es lo que es, y luego vienen los juicios de valor. Cosas como la discrepancia entre los principios teóricos y la realidad social, a veces me parecen bien, a veces me parecen mal, a veces regular, humana natura; lo único que el hombre es por naturaleza es artificial. Cualquier discurso puede "deconstruirse", siempre se puede (y yo diría que se debe) ir más allá de la retórica para enterarse de algo.
Más escéptico sí que se vuelve uno cuanto más estudia ciencias sociales. Menos dado a creer automáticamente todo lo que dicen los que dicen algo. Menos dado a las opiniones solemnes sin matices de los que tienen todas las cosas claras... Eso tiene sus cosas buenas, y seguramente también sus desventajas.
Pero vamos, eso no es misantropía (humor tétrico que implica aversión al trato humano).
> Esa es su fuerza, interprétalo como enfoques distintos
> ante una misma ciencia:
Así es como lo interpreto. El que hace definiciones restrictivas de ciencia es él ;-))
> Por cierto, tu cita me ha inducido a asomar por otra lista
> que no conocía y que me está resultando muy curiosa... ;)
> (gracias por darme la referencia, amigo mio!)
(¿Sería un cebo?) Últimamente está poco animada... En cualquier paso, no te dejes de pasar por el blog de su Demiurgo (entre anarquista, místico, rockero, mitófilo y profe de literatura). No tiene desperdicio.
Saludos,
Antonio
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