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> No exactamente, al menos desde mi punto de vista. Para empezar, la religion de
> los personajes no es tan importante, salvo que te hagas sacerdote. No todos los
> personajes tienen magia,
Eso es verdad, pero por ejemplo, creo que en la 4ª edición de D&D los guerreros también tienen una especie de "poderes" o movimientos especiales.
>Los elfos son lo de toda la vida, no plantas inteligentes, los
> trolls son malos y tontos, etc. Para la eneración Joc parece muy sencillo porque
> tuvimos una aproximación relativamente gradual al mundo, pero para el jugador de
> toda la vida creeme, no lo es.
Vale, pero ¿y para un jugador novato en los juegos de rol? Por ejemplo, los trolls son diferentes de otras ambientaciones, pero solo porque en los suplementos se ha descrito bien su cultura. Lo más lógico es que tu personaje orlanthi no sepa mucho de la cultura uz y, por tanto, el jugador novato estará al mismo nivel de conocimientos que su personaje. Es decir, pensará que los trolls son monstruos feos y brutos que salen por la noche y viven en cuevas. Luego, cuando juegue aventuras, tal vez llegue a aprender más, pero tampoco es necesario. Lo mismo vale para un jugador veterano de D&D que juegue una partida en Glorantha. Le dirás: "por la noche, ves un troll en el camino" y el jugador se preparará para defenderse de un ataque. Pero entonces puedes decirle: el troll va sentado en una carreta repleta de fardos y ánforas tirada por dos escarabajos gigantes (es un iniciado de Argan Argar pero el jugador no lo sabe). Y ya tienes una situación interesante jugando precisamente con las ideas preconcebidas del jugador Y del personaje. O puede que tenga un encuentro con una banda de guerreros trolls negros, en cuyo caso la experiencia no variará mucho respecto a un encuentro de combate de D&D. Respecto a los elfos, en realidad se basan en las leyendas de los "hijos del bosque" y las hadas.
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