Y el barón de Montesquieu era un noble, pero sirvió de base teórica para la Revolución Francesa.
La verdad es que al mundo africano (en general) no les falta razón para odiarnos. Pero creo que debiéramos dejar esta discusión fuera de la lista, no creo que debiéramos entrar en una dicotomía maniqueísta. El ordenador que estoy usando para escribir este mensaje, en última instancia, se ha pagado con el abuso de los menores de un país tercermundista. Nos hemos afincado en el primer mundo, subiendo nuestro nivel de vida a costa del sufrimiento en el continente más grande, imponiendo con la globalización un estilo de vida, vendiendo armas a guerras intestinas y fomentando el odio entre países. Y cuando nos salpica la primera frase que se oye es de contestación violenta.
Estamos entrando cada vez más dentro de una espiral de violencia, de la cadena de la venganza. Somos cómplices de asesinato cada vez que usamos el móvil, y en vez de pensar en cuánta gente ha muerto para que podamos vivir como lo hacemos, nos esforzamos en diferenciar entre buenos y malos, al estilo Bush.
Decían en las noticias que cuán inhumano era que entrasen en el tren, vieran la gente que iban a matar y dejasen la bomba. A mí me da pena cuánto odio hemos tenido que causar para que llegue a eso.
Acabemos con la espiral de la violencia. No hablemos si no es para construir. Seamos positivos, demos cariño, afecto y caridad.
Un abrazo a todos: Antonio
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