Pues sigo sin ver claro cómo una docena de Titanics voladores
intentan aproximarse subrepticiamente por el cielo a una fortaleza
orlanthi, llena de sacerdotes y otras bestias capaces de volar,
lanzar relámpagos y crear violentas tormentas mágicas.
Lo veo un fracaso seguro si en el fuerte están mínimamente
alerta
y extremadamente arriesgado incluso si en el fuerte están
absolutamente relajados y en paz y no establecen turnos de
vigilancia.
Así que mucho cuidado con Normandía, la costa está llena de
artillería ;)
MANOLO
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