> Pues yo estoy en contra de que el Master retire a los personajes a
> la
> fuerza, pero no por el tema de la falta de imaginación. Las
> campañas
> pueden ser, pero no tienen por que ser indefinidas. Yo reivindico
> el
> derecho del Master a terminar la campaña porque se termina la
> historia, porque quiere dirigir otra, porque se aburre de la
> campaña,
> porque no le gusta el nivel ultra-poderoso, o porque no tiene
> bastante
> imaginación, etc (a mí si no se me ocurre nada o sólo se me ocurre
> una auténtica chapuza no dirijo). Un Master puede ser buenísimo
> preparando a nivel austero y malísimo preparando grandes gestas
> cósmicas o incluso al revés (cada uno tiene sus limitaciones y sus
> preferencias). Si a los jugadores no les gusta el estilo de su
> Master,
> no juegan en su Campaña y ya está.
>
> Lo que no me gusta es que el Master interprete a los jugadores. El
> Master controla muchas cosas pero nunca controla las decisiones de
> sus
> jugadores (admito excepciones, como personajes controlados por
> magia o
> recursos dramáticos para comenzar la aventura colocando a los
> personajes en alguna situación de partida, pero con mucho
> cuidado). Yo
> como Master les doy información del mundo, de su cultura, de su
> religión, o incluso a veces de como sería lógico que actuaran.
> Pero la
> decisión la tienen ellos y en eso consiste el rol. Es cierto que
> los
> jugadores suelen buscar ventajas (para eso son jugadores), pero
> todos
> los que llevan algún tiempo saben que cuando disfrutan de verdad
> es
> cuando se meten en la piel de su personaje -por cierto, el jugador
> que
> más flipa con su personaje y más quiere jugar al RQ de mi grupo
> interpreta a un trollkin (nivel austero)-. Si le haces notar que
> se
> está intentando aprovechar retrocede avergonzado o se inventa
> alguna
> excusa divertida que enriquece la historia y da profundidad a su
> personaje. Otra cosa: los estereotipos son muy útiles para ayudar
> a
> interpretar, pero nunca deben limitar a un personaje: los jarls
> vikingos pueden politiquear, y sería muy interesante interpretar a
> un
> elfo que ama a los enanos (¿será rechazado por su especie? ¿será
> rechazado por los enanos?).
>
> Antonio
>
Ahora en serio... ¡claro que tienes razón! yo (y creo que Alejandro y
David también) deformamos el argumento del contrario llevandolo al
extremo a fin de desacreditarlo (en un sano intento de enfatizar),
evidentemente nadie defenderá un master conductivista, yo he padecido
uno con Aquelarre y aunque era un excelente narrador las partidas se
convertian en obras de teatro (no importa lo bien que jugaras, la
partida iba de puto culo hasta el final, en el que independientemente
de lo mal que jugaras te salvabas siempre, como si fuera un mal guión
de Hollywood). Tampoco creo que nadie le guste un master que se pliega
sistematicamente ante los deseos de sus jugadores concediendoles todo
lo que pidan para que estén contentos. Entre el blanco y el negro hay
una infinita escala de grises.
Un saludo
Alyrodri
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