> Parece que NADIE quiere reconocer que los lunares y los yelmitas
> pelorianos son LOS MISMOS... Existe una división entre la población
> rural y la urbana,
Perdón, pero en el Imperio no sólo hay solares. Hay un fantástico crisol de culturas. Los solares sólo tienen la sartén más por el mango. Precisamente los Darjinianos se definen por oposición a los solares, y destacan todas las características de su cultura que repugnan a los dara-happanos.
Y me refería sobre todo a la magia lunar, no es regular, geométrica, como le gustaría a los yelmitas, sino irregular e imprevisible, cambiante. No es que no utilicen la línea recta, nunca dije eso. Sólo dije que EL PODER DE LA MAREA LUNAR no funciona en líneas rectas perfectamente trazables.
> Ahora la práctica totalidad de las clases populares ha adoptado
> la nueva fe, y la mayoría de las clases altas juega a dos barajas.
Casi todo el mundo se mantiene en su fe tradicional y sigue sus patrones culturales tradicionales, pero el pensamiento "lunar" va invadiendo su propia manera de pensar. Aunque los dara-happanos estén bastante cambiados, siguen siendo dara-happanos. Todos aceptan a la Diosa y a su religión, pero no todos adoran a los nuevos dioses.
Sólo una minoría se ha convertido totalmente al culto de la Diosa y son Ciudadanos Lunares, y aún estos, se mantienen normalmente en sus pautas culturales.
> Pero que no me diga nadie que la arquitectura yelmita no es
> la peloriana de toda la vida... los siervos son siervos y los
> nobles urbanos son nobles, con Yelm o con la Diosa Roja...
Los siervos que jamás ascenderían en la escala social pueden hacerlo si se convierten en ciudadanos lunares.
> Pero hombre, amigo mio, cuando un Imperio quiere potenciar
> una de sus regiones nada es tan fácil como traer el grano de
> otras provincias y dispensar a los valiosos Dajinianos de las
> labores del campo!!! Que por algo es un Imperio!!!
Más difícil todavía. Hay MILES de centros de poder que se van a oponer a eso.
> En serio, me parece que exagerais el poder de los orlanthis.
> Tal vez es porque ambos pensais ya en los términos HW ;)))
> pero según mi visión gloranthana "tradicional" (mediada por RQ)
> los orlanthis no son tan voladores como se dice...
Efectivamente, pensaba en términos HeroWars. Pero piensa un
momento...
A pesar de todo, creo que la proporción de orlanthis voladores es
MAYOR que la proporción de adoradores de Yestendos en relación a la
población del Imperio. Y recuerda que LOS BOTES SON OBJETOS MÁGICOS
DE GRAN PODER, costosos de producir.
Pero, aún así es EXTREMADAMENTE DIFÍCIL que pueda movilizarse una gran cantidad de botes al Paso del Dragón por razones políticas, económicas y comerciales.
Pero, aún así, está claro que el Ejército lunar supera con creces al orlanthi que para colmo no está unificado.
Pero, aún así EL SECRETO DE LOS ORLANTHIS ESTÁ EN LOS HÉROES. La cultura orlanthi promueve excepcionalmente la heroicidad y la individualidad y surgen héroes poderosos, creo que en mayor proporción que el Imperio. La actuación de un sólo héroe volador, o de un "grupo de aventureros" puede arrasar con un bote lleno de monótonos soldados imperiales. Y para colmo tienen poderes de viento y tormenta, y SILFOS.
> En resumen, no quiero decir que no puedan abatir un Bote Lunar,
> sino que el dominio aéreo de los orlanthis es una leyenda...
Ni mucho menos, Orlanth es el señor del aire. Los orlanthis son expertos en magia del aire y del movimiento. Eso no quiere decir que los botes están perdidos, sólo que no son lo infinitamente poderosos que parecías sugerir. Los lunares tienen magia... los demás también.
Si ya me era difícil de imaginar una flotilla de botes lunares desembarcando las tropas de elite del Imperio Lunar mucho menos me imagino grupos de héroes volando por encima de las filas del ejército lunar. Además encuentro opuesto el termino de "Héroe" y grupo. Los héroes suelen llegar a ese nivel, consideración por su pueblo, a su muerte o su vejez una vez son conocidas sus gestas por la mayoría de la población. No olvidemos que en Glorantha las noticias tardaran un poco mas en trasmitirse que ahora.
Ramon Balaguer
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