Decía el refrán: No confies en los regalos de los griegos
(ni de los vadelinos, puestos al caso)...
Y resultó ser verdad (que se lo digan a los troyanos!).
Pues eso.
Resulta que tengo encima un viraco tan chungo que más bien parece una bacteria... y no sé si se estará enviando a mi carpeta de direcciones, así que yo de vosotros no me fiaría...
Cuando lo tenga controlado (estooo... SI LO CONSIGO) ya avisaré.
Y el que avisa no es traidor.
(que oportunidad perdida!!!) ;)
Nos vemos.
El vadelino en cuarentena.
PD: Y tranquilos, que a través de la lista no creo que contagie... ;)))
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