Lo que nos interesa más de la "teoría moral" del Caos es poder
determinar qué actos son considerados por una cultura dada como
"caóticos", ya que nuestros jugadores querrán saber si las burradas
que suelen hacer son caóticas o permiten la corrupción caótica.
Desde luego, los actos por los que en los mitos de la cultura entró
el caos (léase canibalismo o violación), pero creo que no sólo por
esos actos. En mi opinión el tema no está determinado por la gravedad
del "delito" (aunque el hecho de que algo sea considerado caótico
incrementa su gravedad). Se habla del "rechazo de la comunidad", pero
yo me refiero, no al rechazo normal que se experimenta cuando alguien
rompe las reglas, sino al rechazo de que la ruptura es algo ajeno al
"universo" de esa cultura. Algo alien. Como si un cristiano cometiera
un pecado capital que no viene en la lista.
Trato de explicarme mediante un ejemplo de la vida real, esperando no ofender a nadie ;-) Un asesinato por un ajuste de cuentas en una mafia de la droga nos resulta un crimen horrendo, abominable, etc, etc. Pero no nos resulta algo "ajeno". Por ejemplo, en este caso entendemos los fines "ganar dinero, vencer a los rivales, hacer valer los propios intereses", pero no los medios utilizados. Lo rechazamos profundamente, nos puede parecer incluso incomprensible, pero no es algo absolutamente ajeno a la lógica de nuestra sociedad, y podemos más o menos pensar qué procesos mentales han llevado a una persona a cometer el asesinato..
En cambio, cortar las patas cruelmente a unos perros es un acto, evidentemente menos grave que matar a una persona, pero que nos produce un rechazo muy diferente. Si descubren que se trataba de una venganza o de una manera de asustar al dueño, por horrible que nos parezca le veremos algún tipo de retorcida lógica. Pero si descubren al autor y este dice "Sólo quería saber qué se sentía" nos produce un mayor rechazo y horror. En este caso, por las motivaciones, o por la ausencia de ellas. Es menos grave que el ajuste de cuentas, pero produce un sentimiento más "caótico"; algo que está fuera de nuestro universo moral y de nuestro control.
Volvamos a Glorantha. El mayor pecado que un orlanthi puede cometer es el asesinato de un miembro de su familia o Clan (kinstrife). No hay nada peor que eso, pero no es un acto caótico. Nadie dijo que Vadrus fuera caótico, al contrario, parece que fue destruido por el Caos. Pero la violencia no es ajena a los orlanthis. Si dos hermanos, en una disputa de amores, y después de haber bebido demasiado, empiezan una peligrosa reyerta, en la que se acaban excediendo y uno mata al otro, todos rechazarán enormemente el acto y castigarán al infractor. Pero será algo relativamente "normal", dentro de lo horripilante, es decir, algo no caótico. Algo incluido en su universo moral como delito.
En cambio puede haber un acto que no sea ni de lejos tan grave, pero que sí sea caótico, lo cual incrementa su gravedad. Por poner un ejemplo inventado: podría ser que tener relaciones sexuales con cabras fuera considerado caótico. Es algo que no pueden entender, porque piensan que las relaciones sexuales son entre las personas, y además consideran las cabras sucias, malolientes e inútiles, algo repugnante que ni siquiera tienen como animales domésticos; además es algo que hacen los broos. El orlanthi no puede comprender la conducta en lo más mínimo. Es algo que puede generar un desprecio diferente al del parricidio. O por ejemplo, capturar a un lunar y sacrificarlo a Orlanth es un acto caótico, aunque matar a un lunar no sea problema, y mucho menos comparado con matar a un hermano. Ello porque Orlanth jamás aprueba los sacrificios humanos, y en la sociedad orlanthi sólo se admiten como no-caóticos los realizados para determinados dioses (nunca Orlanth), en circunstancias muy tasadas y estrictamente señaladas y sólo mediante los ritos de Ana Gor. Sacrificar alguien a Orlanth es visto como algo intrínsecamente perverso y opuesto a la realidad, opuesto a como son las cosas, aunque sea un miserable lunar. En cambio, matar a un familiar es algo también perverso, pero opuesto sólo a como deben ser las cosas. Los excesos de violencia forman parte de la cultura orlanthi, aunque sea como algo rechazable.
Saludos,
Antonio
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