Sea cual sea la postura que el Master tome ante el Dios Invisible, los santos desde luego que existen, y ayudan a sus discípulos a crecer en conocimiento mágico, mientras que los ateos, por su cuenta y riesgo se dedican a investigar las leyes del mundo sin ayuda sobrenatural. Eso se tiene que reflejar de algún modo en las reglas (otra cosa es que se refleje demasiado).
El ateo obtiene a cambio la libertad. No sólo no tiene que sacrificar PER, sino que además no debe estar sometido a reglas de comportamiento y a roles sociales tan estrictos como los malkionitas. No tienen especiales obligaciones morales, sociales o religiosas. Pueden adentrarse sin problemas en terreno prohibido, como los conjuros de Succión.
En resumen, si papá te ayuda no tienes tantos problemas, pero tienes que hacer lo que papá dice.
Saludos paternalistas,
Antonio
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