RE: Seven Mothers, la Película.

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Fecha: Wed, 09 Jan 2002 12:18:22 +0000

> Y somos gentes civilizadas, debemos usar el pensamiento analítico!
> (incompatibilidad cultural del racionalismo vadeli-misticismo lunar)
> ;)))

;-) Ah, pero para entender una cultura hay que verla desde sus propios valores. Eso era lo que quería decir con mi afirmación etnocéntrica- lunar de que en la sociedad orlanthi se permite el asesinato, siempre que se compre la vida de la víctima regalando vacas a su familia. En parte es cierto, pero aquí el Wergild está [mal] entendido desde el prisma de los lunares.

> PD: También es cierto que los gustos personales del Master
> condicionan su visión del mundo. Por algo yo juego con vadelinos...
> Piensa mal y acertarás... je, je, je... Pregunta a mis jugadores! ;)

Concedida entonces la herejía. Pero lo normal es que el mundo siga siendo más o menos igual, sino que el tono y ambiente de la campaña incide sobre unos aspectos u otros.

A pesar de ello, una vez leí en la lista una idea que me pareció muy buena, y que por cierto, creo que es tuya ;-) Lo bueno era sorprender a los jugadores justo con lo que no se esperaban. ¿Son idealistas lunares, convencidos de que su fe va a salvar el mundo? Los enfrentas con toda la corrupción del Imperio y los haces dudar de su propia causa. ¿Son valientes orlanthis, convencidos de la opresión y maldad del Imperio? Enfréntales con una inocente iniciada de Teelo Norri empeñada en hacer el bien, quizás acaben salvándola de la propia turba que habían agitado. ¿Son unos personajes cafres y les pones a huevo una inocente iniciada de Teelo Norri, de la que se quieren aprovechar? Descubren que es una siniestra iluminada que además adora a Gorgoma y a Zorak Zoran (eso último ya no venía en tu mensaje ;-)

El Imperio da mucho juego para eso, y también para la tensión y el conflicto propio del rol, precisamente debido a su carácter contradictorio. Es sincrético y tolerante, pero es una teocracia intransigente; es feminista pero patriarcal; fomenta la libertad pero es tiránico; fomenta la sensualidad y el ascetismo, y un largo etcétera.

Por eso digo que la existencia del culto de Teelo Norri, y de la propia diosa como (al menos en la misma medida que el resto de las Siete existen) como diosa de la inocencia, de la virtud y de la juventud, es importante para mantener el principio de contradicción.

Que Rufelza, la Divina Contradicción, os guíe por alguno de sus caminos. Todos son diferentes, pero todos llevan al mismo sitio. Todos nosotros somos Nosotros.

Antonio

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