Bueno, decir que me encantó la adaptación de las invocaciones demoníacas de Stormbringer del vadelino a Glorantha. Uno no tiene muy claro por qué un hechicero se mete a caótico en Glorantha cuando parece más fácil manipular las leyes que oponerse a ellas y esta es una buena explicación: para aprovecharse del mar infinito de posibilidades increadas que es el Caos e invocar [yo diría crear] bicharracos "a medida". A modo de matiz metafísico, yo no creo que estos demonios "existan" en el Caos Primordial, porque donde hay Caos en estado puro no existe nada, o mejor dicho existen "en potencia". Cuando el hechicero "invoca" un demonio utiliza la potencialidad infinita del Caos para crear seres que jamás debieron existir... El atrezzo, como tentáculos, cuernos, etc., provienen de la imaginación del hechicero. Por supuesto esta sería una versión impersonal [obtener poder de la entropía originaria para generar efectos en el Mundo Material] que concuerda sólo con la hechicería. En mi opinión, los sacerdotes y chamanes caóticos no-hechiceros deberían conformarse con invocar criaturas caóticas existentes, es decir seres del Otro Mundo corrompidos por el Caos, como los hijos Espectrales de Krasht o los cacodemonios.
Y añadiría algo... apenas me acuerdo del Stormbringer, que leí hace muchos años, pero creo que sería conveniente que hubiera algunas posibilidades de que el demonio no saliera exactamente como estaba previsto... para bien o para mal (seguramente para mal).
Saludos,
Antonio
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