Como no me había quedado satisfecho con las explicaciones a medias que dí sobre los Boristas y su obsesión por "purgar el Caos" del mundo de Glorantha, aquí os endoso un copy&paste del conjuro que utilizo en mis partidas, extraido de la hechicería de Sandy Petersen y mira por donde, también del documento sobre The Boristi Church del fancine Tradetalk (cosa que desconocía cuando lo escribí...) Que pequeña es Glorantha... ;)))
Nos vemos.
El vadelino.
PD: A mí me gusta mucho más este enfoque que el de "Purgar Pecados"
EXPIACIÓN
Ritual de Ceremonia. Toque, Temporal.
Purga a un pecador de todo mal acumulado (succionando seres caóticos)
desde la última vez que fue Expiado. La actividad continuada de los
Boristas al Succionar seres caóticos les carga de una contaminación
esencial que pese a ser una imposición religiosa de su fe monoteísta
(destinada a purgar el Caos del mundo y así reintroducir sus energías
en los circuitos normales de la naturaleza) les carga con
una "mancha" que puede llegar a traducirse en la aparición de un
Rasgo Caótico. En términos de juego cada punto de característica
succionado de seres caóticos deberá contabilizarse, pues constituye
un 1% de posibilidades de contraer el posible Rasgo Caótico (tirar al
azar en las tablas pertinentes, 25% Rasgo Caótico y 75% Maldición de
Thed). Esta tirada deberá repetirse cada vez que se utiliza el
Succionar, y los percentiles acumulados sólo pueden purgarse
precisamente mediante este conjuro de Expiación. Este mal se expresa
en la forma de una mancha caótica (el mencionado percentil
de "contaminación") que se manifiesta en el propio pecador, o en el
Familiar de éste si lo hubiera (es decir se puede desviar percentil
para el Familiar, no para el hechicero). Normalmente, será el
Familiar el recipiente utilizado para esto. La gente regularmente
purificada no suele generar la suficiente maldad para crear un Rasgo
Caótico entero (o tiene un porcentaje muy bajo de que esto
suceda...). En cambio, con el paso del tiempo el mal se acumula hasta
tener suficiente presencia para expresarse y el riesgo es mayor. La
Intensidad del Expiación determina directamente el porcentaje de
esta "impureza" que se logra purificar. Este hechizo es bastante
doloroso para el pecador, y cuesta 1 PM, 1 PF y 1 PG (PG generales)
por cada punto de intensidad, equivalente a un punto de contaminación
expiado. Observese que por tratarse de un conjuro Temporal, la
pérdida de PM, PF y PG no se produce de forma instantánea sino
progresivamente, repartida de forma homogénea durante toda la
duración del conjuro. Esto representa que por ejemplo con una
Intensidad 10 y Duración 6 (10 horas) se perderá un punto por hora,
en medio de un gran malestar para el penitente, que suele flagelarse
o autoinfringirse otras formas de mortificación, contempladas en el
daño recibido durante el ritual, pero raramente será mortal, e
incluso puede recibirse un Tratamiento de Heridas para compensar unas
lesiones demasiado extremas (recordemos que este conjuro recupera 1
PG por hora). Expiando periódicamente la contaminación se minimiza el
riesgo de quedar irremisiblemente contaminado por el Caos, pero
incluso en esos casos se está sirviendo a Dios, pues cuanto más Caos
se purgue más colaboramos en la sagrada tarea de purificar el
universo, reintroduciendo las energías caóticas a la ley natural.
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