[G, HQ] dos sabios muy sabios...

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Fecha: Fri, 06 Sep 2002 22:11:33 +0000


Seguimos con la telenovela del fuerte VinoClaro. Ahora desvelando cual es el papel del Eolwëne, el Árbol del Paraíso en esta intriga. Dos sabios muy sabios.

NABUGASH ANKILUGAL Historia: La familia AnkiLugal ha formado parte de los Diez Hijos y Sirvientes desde tiempos inmemoriales. En su seno nació hace cuarenta años Nabugash; los Astrólogos dictaminaron que, según su destino escrito en el Cielo, debía pertenecer al culto de Buserian y hacerse Escriba. Según estos mismos Astrólogos, sus hazañas no enaltecerían jamás la gloria de su antiquísima familia, sino que su mediocridad vendría a desmerecerla. Así que cuando Nabugash daba sus primeros pasos en la Administración del Ejército Lunar, el Patriarca se encargó de enviarlo a tierras lejanas. Por aquel entonces ya era adicto al Eolwëne, el Árbol del Paraíso. Nabugash había sido educado en el orden más estricto y no podía entender por qué nefasta desorganización de los astros no se le había reservado un destino glorioso. Alguien le había sugerido que, masticando Eolwëne se descubría como las cosas en realidad funcionaban bien, y pronto descubrió que era cierto. El crecimiento de su adicción coincidió con su destierro al Reino salvaje de Sartar, como burócrata encargado de la administración de los impuestos destinados al Ejército Lunar en la tribu Colymar. Al principio, Nabugash creía que acabaría sus días sepultado entre papeles, muerto de tristeza, hasta que conoció al comerciante Pachissi EmPerexos (Thieves' Arm p. 17). Si alguien dice que Yerestos es un comerciante sin escrúpulos, es que no conoce a Pachissi. De este modo, pudo recibir envíos en buena cantidad de la Hoja del Paraíso cada cierto tiempo; recuperada la moral, no tardó en convertirse en el máximo responsable de recaudación de impuestos, destinado a una cómoda residencia en el Fuerte Vinoclaro. Pero los envíos eran caros... muy caros, y Nabugash empezó a temer que algún día no podría pagarlos. La tentación era demasiado grande... no había más que designar a Pachissi como proveedor principal y camuflar la diferencia entre los ingresos y los gastos en sus polvorientos libros de contabilidad.

Libre de ese problema, Nabugash comenzó a ser apreciado por su capacidad de debate, de modo que el Capitán Imlasos le confió el papel extraoficial de representante del poder lunar e interlocutor de los heortlingas en el Fuerte Vinoclaro.

Descripción: Nabugash lleva la cabeza rasurada como símbolo de desprendimiento y en la frente tiene tatuada la runa de Buserian (una zeta dentro de un círculo). Sus ojos grandes y azules parecen sabios y a la vez amables. Viste con una túnica negra con runas celestiales y lunares encajadas de color dorado.

Personalidad: Nabugash trata a los demás con educada amabilidad. No demuestra hostilidad hacia los heortlingas, aunque sí un cierto aire condescendiente. A veces le gusta el debate y la discusión, optando siempre por un tono tranquilo y muy seguro, y utilizando una lógica endiablada para contradecir sus argumentos. Está obsesionado con el orden, el equilibrio, la perfección, la belleza, y a veces trata de arreglar un poco el caótico mundo con que se encuentra. Pero lo más importante del mundo es masticar unas hojas de Eolwëne antes de dormir. Así puede soñar con un mundo perfecto en el que él cumple el papel de importancia que debería haberle correspondido; así puede reunir fuerzas para vivir en el imperfecto mundo que le rodea.

Nabugash se encuentra bastante resentido por su destierro a Sartar, y se siente muy culpable de todo lo que está haciendo, lo cual no le impide seguir cayendo en una espiral de decadencia. Por encima de todo tiene miedo. Miedo de que el Ejército descubra su "plan de supervivencia" y se derrumbe a pedazos el pequeño mundo que se ha construido alrededor.

Por último hay que indicar que este modesto funcionario imperial es muy retorcido y maquiavélico para conseguir lo que se propone. Traslada su temperamento obsesivo a la ejecución de sus deseos, así que a veces pasa horas pensando y repensando sus cuidados y ordenados planes.

Estadísticas: Burócrata Imperial Dara-Happano 17W, Devoto de Buserian 5W (Administración 10W, Celestiología 5W, Escriba 2W), Debate 20W, Ciudadano Lunar 14, Ejército Imperial 19, Prestigio en Vinoclaro 18, Concebir Planes Complejos 18, Maniático del Orden 2W, Adicto al Eolwëne 3W2.

Nabugash tiene un grupo de cinco hoplitas (BA p. 24) con órdenes de protegerle a toda costa; órdenes que sólo puede revocar el Capitán Imlasos. Suele ir por ahí acompañado de, al menos dos, salvo que por alguna razón se sienta muy seguro y desee estar tranquilo.

LANKOROS KONTHASSOS Historia: Pasar la vida en el campo entre vides y toneles... el mundo tiene que ser más grande. Quizás por eso, Lankoros sintió la llamada de Lhankor Mhy en su juventud y se dedicó a la búsqueda del conocimiento. Quizás se sentía más llamado por el subculto de Chernan el Buscador, pero finalmente se inclinó por el estudio de las leyes heortlingas en el seno del culto de Lhankor Conocimiento, el Hombre- -Leyes, pensando que eso le podría dar alguna posición de poder en su Clan, ambicioso de reconocimiento y prestigio. No se engañaba, puesto que el Clan se regía por un consejo de Portadores de la Luz y no le fue difícil sustituir al paleto local para el puesto de Lhankor Mhy.

Gracias a su sorprendente carisma personal y a su fenomenal oratoria, se convirtió pronto en la verdadera autoridad de los heortlingas de la zona, promoviendo publicamente una política de distensión con los lunares, y privadamente una política de sabotaje y rebelión encubierta, para ganarse los corazones de la gente. Y le fue magníficamente, hasta que cayó víctima de uno de los planes de Nabugash, que lo veía como un peligro potencial. Uno era la cabeza visible de los lunares en el fuerte y otro la de los heortlingas, sus discusiones públicas eran famosas en la zona, y había incontables oportunidades para conversaciones privadas con objeto de tratar de los asuntos del pueblo. En algunas de estas conversaciones, Nabugash mencionó casi de pasada las técnicas de adivinación del futuro de los sabios Buserianos. Poco a poco, Lankoros iba mostrándose en sucesivas conversaciones más curioso, aunque Nabugash parecía querer evitar el tema. ¿Qué le depararía el futuro? ¿Sería toda la vida un consejero de Clan o podría llegar a otras metas? Lankoros se sentía insatisfecho; quería algo más, pero no sabía de qué se trataba, y pensaba que la adivinación de Nabugash podría servir para averiguarlo. Un día, el funcionario dara-happano lo llevó a la azotea, donde, tras un trance de una hora después de comer unas extrañas hojas, le dijo que lo veía como consejero del Rey Blackmor. Aparentemente, a Lankoros le costó mucho convencer a Nabugash para que le dejara probar esas hojas, decía que podrían resultar peligrosas y adictivas para las mentes poco preparadas, eso inflamó su orgullo.

Tras probar la droga, supo qué era lo que su insatisfacción indeterminada llevaba años buscando. Lankoros no se reconocería a sí mismo la fuerte adicción que tiene por la Eolwëne; sería como un síntoma de debilidad; no cree que Nabugash haya podido engañarle, al fin y al cabo, él también le da a la planta. Sencillamente esas hojas son lo mejor del mundo y merece la pena reconsiderar la actitud de uno para conseguirlas. El caso es que depende del funcionario lunar para conseguir la droga, y se muestra más propenso a colaborar con él. Formalmente, mantienen la pose de educada discrepancia. Formalmente, Lankoros sigue como líder moral de los más rebeldes heortlingas. Pero en la práctica, Nabugash tiene el poder en la ciudad. Lankoros ha acabado creyendo la ¿falsa? profecía de que va a ser consejero del rey Blakmor (incluso ha acabado viéndola él mismo en sus trances), y está tratando secretamente de ganar méritos para pasarse definitivamente a su bando. De perdidos al río. Lankoros ha colaborado en la apropiación indebida de impuestos, y Nabugash se ha encargado de que se lleve una buena parte, para que se abstuviera de hacerle chantaje. Pero teme que los lunares descubran el pastel; al Buseriano seguramente lo enviaran a algún lugar recóndito y abandonado por los dioses, pero a un pobre sabio heortlinga... lo crucificarían.

Descripción: Lankoros es un hombre de algo más de cincuenta años con barba negra muy canosa, que suele vestir una túnica gris sencilla con capa y capucha. Lleva un impresionante bastón, más como símbolo de poder que como apoyo, coronado por la runa de la Verdad.

Personalidad: Lankoros tiene una excelente consideración de sí mismo. Es un sabio en un mundo de ignorantes y merece todos los honores que se le puedan conceder. No descansa con tal de obtener reconocimiento público, poder y aprecio de la gente.

Hacia el exterior se muestra como un viejo prematuro, que se las da de sabio humilde y acepta con una sonrisa modesta y sencilla los halagos de los demás y repitiendo continuamente "no es para tanto, yo sólo hice lo que tenía que hacer". Finalmente, termina por creerse su papel, aunque en su interior se regodea con su superioridad. Cuando habla en serio, lo hace con enorme autoridad y un gran poder de apelar a las emociones más íntimas

Estadísticas: Sabio de Lhankor Conocimiento 3W, Hombre-de-Leyes (Lawspeaker) heortlinga 15W, Consejero de Clan 10W, Clan Konthassos 2W2, Oratoria 18W, Bastón de la Verdad 19, Exceso de Confianza 10W, Adicto al Eolwëne 4W.

Saludos,

Antonio

SABIDURÍA: Especie de ignorancia que padecen las razas civilizadas, en contraposición a la ignorancia, que es la especie de saber en que incurren los salvajes.

Ambrose Bierce.

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