Tal y como nosotros lo vimos en su d�a, era un dios del comercio orlanthi, aceptado por casi todas las sociedades del r�o Janubio, desde los hsunchen hasta los malkionitas ten�an capillas a este dios. En su d�a creo una escisi�n importante en dichas zonas ya que algunos malkionitas consideraban her�tico que se adorase a otro dios que no fuese el Invisible y los menos radicales lo aceptaban por sus posibilidades. Snodal con sus visiones de la apocalipsis de su pueblo crey� que era un castigo de Dios por haberse separado de �l (el castigo llegar�a a trav�s de Zzabur por ser el "�ngel exterminador" del Dios Invisible) y, como Abraham con el becerro de oro, decidi� devolver la fe a su pueblo de manera radical. No sab�a que provocar�a el aislamiento, eso fue las consecuencias de su acto.
Al menos esto era lo que sacaban mis PJ�s de una biblioteca losk�lmica. Pero tambi�n tuvieron la visi�n del bibliotecario que cre�a por su parte que el desastre que Snodal hab�a visto no hab�a sido evitado todav�a y que su procedencia no vendr�a de Zzabur, este s�lo habr�a visto el futuro que en esta guerra se avecinaba, el Reino de la Guerra y Loskalm estaban destinadas a destruirse mutuamente.
El caso de Snodal es extra�o. Un principe malkionista puro tras los desastres de la Segunda Edad decide repetir los experimentos de los Aprendices y decide poner fuera de circulaci�n a una deidad. Es curioso, pero igual el fantasma de los Aprendices no se ha alejado del todo.
Para nosotros Snodal no era m�s que un radical de su religi�n, un fan�tico.
En fin, fue una visi�n m�s de las muchas que pueden ponerse,
Ethaniel
"Merece la muerte, la merece sin duda. Muchos de los que viven merecen la muerte y algunos de los que mueren merecen la vida. Pero, �puedes devolver la vida? Entonces no te apresures en dispensar la muerte, pues ni el m�s sabio conoce el fin de todos los caminos..."
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