Si mal no recuerdo, el resto de los reinos de lo que luego sería la Nación Santa eran tributarios o algo así.
> dice el Libro de los Trolls) y en el actual estado de cosas eso lo
> enfrentaria con el Imperio, te guste o no.
El Anciano Único murió después de que surgiera esa dañina luz rojiza en el cielo y antes de la predicación de Bina Bang. Eso, unido a la presencia del ejército imperial, podrían quizás predisponerlo contra los lunares si volviera a la vida.
Pero no necesariamente. Veo al hijo de Argar Argar como un tipo negociador, político, sociable, culturalmente tolerante y seguramente astuto. Es posible que en la Meseta Sombría, determinados trolls/humanos argan argaris nostálgicos del pasado opuestos al Faraon hubieran apoyado la ocupación lunar por pura conveniencia y estuvieran en secreto relacionados con el culto de la Luna Azul e influidos por la predicación de Bina Bang (luna=buena). Y claro, alguien tiene que administrar todas estas tierras...
En esa tesitura, una de las opciones políticas de un futuro Anciano (resucitarlo no está entre mis planes, por cierto) sería buscar la alianza con el imperio o con algunos sectores de éste, precisamente para recuperar el poder en toda la nación santa y llenar el vacío. Obviamente, habrá sectores lunares que pretendieran sacar tajada a los que no les haría ninguna gracia.
El curso de los acontecimientos podría hacer variar la cuestión. Por ejemplo, la sustitución del tarshita Fazzur por Tatius el Brillante, que está lleno de prejuicios dara-happanos (y por tanto solares, y por tanto poco amigo de los trolls), que la Diosa lo perdone, podría perjudicar esta eventual alianza. Pero por otro lado la "liberación" de Sartar durante las Guerras de los Héroes (es decir, el período de anarquía y barbarie incivilizada que podría producirse si mis jugadores y compañía logran sus nefandos propósitos) podría dejar al Ejército Lunar "encerrado" en Maniria (con lo cual caben varias opciones, por ejemplo ponerse chulos a la desesperada, o por ejemplo que los líderes militares pacten con los líderes locales buscando su propia supervivencia al margen de la lejana autoridad.
Saludos,
Antonio
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