Suelen ser amigos de algún miembro del grupo de aventureros, teniendo
una habilidad sorprendente para aparecer en el momento mas inoportuno
(combate final etc...), interrumpiendo la partida (como mosca
cojonera) y el ambiente rolero con su inacabable verborrea.
Son fácilmente detectables por su aleteo en progresión sonora: Sus
insistentes llamadas al móvil, sus salvajes llamadas al telefonillo
(helando la sangre de los pjs) y sus rebuznos y coceteos por las
escaleras que despiertan al vecino mas pintado.
Sus objetivos son bien sencillos: joder la partida y secuestrar luego al grupo en el bar de la esquina. Este tipo de personajillos hacen cierta la definición del pelmazo: Persona que quita la soledad pero que no da compañía.
Algunos moscones pueden incluso llegar a infiltrarse en el grupo creándose un personaje y jugar (sin ningún interés), sirviendo de avanzadilla al resto de sus compadres.
Algunas formas de expulsarlos pasan por desconectar el móvil, blindar la puerta de tu casa o reunirte en lugar secreto. Sin embargo la mas eficaz y complicada es buscarle novia (santa) que lo calme. Este método es definitivo (como la estaca al vampiro) haciéndole desaparecer de modo fulgurante y perpetuo.
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