Sí, esa es la que más me gusta. Ah, y ya encontré, gracias a Javier el texto en el que se menciona que Orlanth alcanzó la iluminación (?) [viene sin mayúscula] y conquistó al Dios Invisible. Es la descripción de la ciudad de Ajaak, en Worion, sede del culto de Orlanth Invisible. Esto fortalece la hipótesis de origen en Brolia, ya que Worion está en la frontera con Brolia e influido culturalmente por ésta.
> Solo me falta un pequeño detalle para estar convencido...
> no acabo de ver el elemento clave que haga preferible
> para aquellas gentes que desean algo más satisfactorio
> espiritualmente que la hierática religión carmaniana
> una influencia religiosa "orlanthi" que competiría con
> la machacona propaganda lunar institucionalizada!
Pero creo no hay que ver las cosas en términos tan absolutos. Es decir, yo creo que las religiones lunares son MUCHO más abundantes que el culto de Orlanth Invisible, y más exitosas. Respecto a este culto, lo llamativo es su crecimiento rápido, y que está ganando bastantes adeptos, partiendo de la nada y sin apoyo institucional, pero, EMO se trata de algo minoritario, una secta secretista.
Yo creo que gran parte del éxito se debe al carisma personal de Saranko. Además, la mayor parte de los cultistas deberían habitar en Worion y tendrían una cierta influencia de Brolia (estoy pensando en inmigrantes Brolianos que quisieran una cierta integración en las ciudades, reconvirtiendo sus viejas costumbres y mitos). También algunos descontentos, tanto con la vejez del régimen carmaniano, como con la decadencia que trae el Imperio. Los cultos imperiales llevan mucho tiempo en Carmania, y están bastante asimilados y mezclados, más de lo mismo. Para algún hazar descontento con la decadencia de los antiguos caballeros, Yanafal Tarnils está demasiado carmanizado, Humakt o Bisos representan lo viejo. Otra gente por el contrario decadente y rica se unirá a la nueva moda, el look bárbaro es lo fashion esta temporada, y esto es NUEVO, realmente nuevo con nuevas energías.
Las experiencias religiosas podrían ser muy diferentes, y así atraer a gente hastiada de las orgías o abstinencias lunares. La repetición de la historia de Orlanth conquistando al Creador podría significar la vivencia personal en los ritos y BH del ser humano alcanzando los secretos del universo, tocando las estrellas con la mano, o experimentándose como el propio Creador.
Un ejemplo podría ser la doctrina india de los Brahmanas. El Ser Supremo, Prajapati (Brahma), ha creado el mundo mediante su propio sacrificio. Cuando el Brahmán oficia los sacrificios está repitiendo el sacrificio cósmico original, y su alma (atman) se identifica con el Brahma, se experimenta a sí mismo como el Creador. Este tipo de cosas podrían atraer gente, digo yo.
Sigo pensando que también tendría que ser atrayente el tema de la resurrección, ya sea en plan Otra Vida, ya sea el efecto mágico "revivificación". Gracias al mito de "Orlanth resucita al Creador y vuelve a traer la vida al mundo", quizás los orlanthis invisibles tuvieran el poder de resucitar a otros (el secreto del culto en términos HeroWars). Los hazari carmanianos están acostumbrados al culto de Humakt, que no permite la resurrección (y quizás se hayan visto obligados a unirse a un dios tan exigente, no por vocación, sino por "tradición familiar"). Algunos otros dioses en Carmania podrían traer resurrección (gente como Yelm, pero eso a la super élite, Deezola pero con la curación empática, Chalana Arroy pero a esta la veo prácticamente ausente, Yanafal Tarnils pero esto es autorresurreción en combate y sólo como secreto personal [o de un sólo uso en RQ]). Tal vez los sacerdotes del culto de Orlanth Invisible no tengan demasiadas cortapisas a la hora de resucitar a un guerrero valiente que murió en combate, por ejemplo.
Es decir, que un guerrero no tiene sólo la esperanza de alcanzar el Reposo en la otra vida, o compartir una existencia colectiva en algún lugar del Plano Divino, sino la esperanza de que si combate valientemente y muere en la lucha, y se consigue salvar su cuerpo, podría ser resucitado sin la necesidad de que él mismo haya aprendido el secreto. No está mal como gancho, ni como estímulo para salir a la batalla con más fe.
Saludos,
Antonio
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