GROOX CONOCE A LOS DURULZ Esta historia esta casi literalmente plagiada de una historieta de "Groo de Wanderer", de Sergio Aragonés, y que en España se ha publicado dentro del comic: "Crónicas de Groo I" (paginas 111 y 112 sobre todo). Así que estáis avisados de que es un vil plagio, que nadie me diga "esto me suena"
¡¡Victoria!!, gritaron los seguidores de Argrath al masacrar a los últimos legionarios lunares. Con la armadura aun llena de sangre y fragmentos de entrañas, el héroe victorioso entro en su pabellón de campaña donde le esperaban dos de sus lugartenientes, Vidar, del clan Varmandi y Ferag Dos Garras de los jinetes de bisonte.
Así que sin perder un instante Dos Garras se dirigió al lugar donde estaban acampados sus jinetes de bisonte, paso entre varios de tales animales que estaban siendo curados de la heridas sufridas en la batalla por sus jinetes. Mientras tanto los que habían sido mas afortunados durante el combate fanfarroneaban alrededor de las hogueras contando sus hazañas mientras reparaban sus armas. En seguida encontró a Groox, ya que era de los que mas gritaban al lanzar sus baladronadas.
Groox se dio la vuelta y empezó a correr hacia el campo de batalla pensando con fuerza "que sigan allí, que sigan allí" con los ojos cerrados, claro, por que sino no podía pensar bien, así que se golpeo directamente con Dos Garras, tirandolo al suelo.
Dos garras empezó a levantarse mientras miraba a Groox con una mezcla de furia y resignación.
-Tengo una misión para ti. - ¿No puede esperar?, es que tengo un asunto urgente y? - !!! No, no puede esperar¡¡¡ Es un mensaje de suma importancia. - Ah, claro y necesitáis que vuestro mejor hombre se ocupe de ello. - Me lees el pensamiento Groox ("Además de idiota, presuntuoso", pensóDos Garras).
Groox monto en su fiel montura y compañero, el bisonte Rufelzo, y partió raudo y veloz hacia donde se pone el sol, cubriendo de polvo a Ferag Dos Garras al hacerlo.
Groox cabalgo en su fiel Rufelzo por los valles y colinas del Paso del Dragón, buscando ese lugar llamado "Puta de los Patos o algo así". Se perdió varias veces, y cuando por fin un viajero le indico la dirección correcta.
Atardecía cuando Groox, llevando a Rufelzo de las riendas, empezó a ascender por las abruptas pendientes que llevaban a la meseta en la que vivían esos durulz. Groo llevaba sin comer desde la mañana, así que cuando oyó unos sonidos prometedores provenientes de entre la maleza que bordeaba el camino entro en acción inmediatamente. Mientras su enorme panza comenzaba a rugir con la perspectiva de una buena cena, Groox empezó a deslizarse con sumo cuidado entre la vegetación, y al apartar unos juncos, vio un pequeño arroyo, en el que nadaban tres patos enormes. Relamiéndose de gusto Groox desenvaino sus dos espadas y cargo contra las presas, gritando:
"¡¡Entremés!!". Y golpeo al primer ave en la cabeza. "¡¡primer plato!!", exclamo mientras atravesaba de parte a parte a la segunda. "¡¡Ven aquí, postre!!", dijo al escapársele la ultima presa. "Bueno, dos de tres no esta mal", se consoló, cogiendo a sus presas por las patas y buscando un lugar donde cocinar su captura. Tras desplumar a las aves y ensartarlas en un palo que uso como espetón las aso sobre el fuego y luego las devoro con voracidad. "No esta mal, aunque donde este el solomillo de antílope?". Terminada la cena se echo a dormir.
A la mañana siguiente, Groox y Rufelzo continuaron su camino nada mas despuntar el alba. Tras un par de horas, Groox volvió a oír los sonidos que emitían las aves que había capturado el día anterior. "Sopla, eso suena como mas bichos sabrosos de esos, los durulz debe criarlos para comer". Se dirigió rápidamente hacia el lugar del que provenía el sonido, con el fin de concluir su misión y celebrarlo con un buen banquete. Y entonces vio la población de Punto Pato y sus habitantes.
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