Pos yo mismo. Esperé pacientemente a que terminara la película (que tenía una pinta lamentable) mientras releía la campaña de Dorastor que comenzaré mañana con mis jugadores. Después de la peli pusieron un par de reportajes bastante interesantes y más o menos bien enfocados.
El primero trataba los distintos puntos de vista acerca de los trastornos del asesino que tienen los especialistas que intervinieron en el caso del asesinato aquel de 1994 (una psicóloga y un psiquiatra). Uno de ellos, el psiquiatra, sostiene que el asesino sufre un trastorno de personalidad múltiple y que por tanto no sabía lo que hacía, debiéndo ser internado en un centro de rehabilitación adecuado. La psicóloga sin embargo sostiene que se trata de un psicópata, es decir, que su enfermedad mental no es enajenatoria y sabe perfectamente lo que hace. En el caso, no se si lo recordáis, prevaleció el dictámen que sostenía la psicóloga, y lo condenaron a 42 años de cárcel. Independientemente de esto, ambos especialistas dejaron muy claro que los juegos de rol en si mismos no tenían nada que ver en el caso. Concretamente la psicóloga dijo muy a las claras que todo fue una exageración y una deformación de los medios de comunicación, que lo mismo se podía decir que el asesino jugaba a rol como que el asesino iba al cine o escuchaba música.
El segundo reportaje estaba enfocado a divulgar una imagen realista de lo que es el rol. Se explicó por encima, pero eficazmente, lo que es un juego de rol, su mecánica aproximada, entrevistaron de manera informal a Richard Ibáñez (y sí, se quitó varias veces las gafas de sol) y a algunos miembros de la editorial de Aquelarre, etc. Para terminar, resumieron el desarrollo de una partida de rol con Aquelarre, desde la creación del PJ y su trasfondo por parte del periodísta del reportaje, hasta la trama y los puntos álgidos de la partida (en la que, como todos sabéis, no "ganó" alguien en concreto, sino todos los PJ's, ya que resolvieron con éxito la aventura).
Sin embargo, y a pesar de que ambos reportajes se ven objetivos y muy bien documentados y trabajados, el programita en el que se emitieron demostró un gusto bastante lamentable: los comentarios del presentador (que lo mismo no tiene la culpa de nada, puesto que sólo lee el guión que le ponen), la selección de la película, los títulos macabros, etc. estaban claramente destinados a crear unas espectativas morbosas y llamar la atención del espectador.
En general, mereció la pena quedarse hasta tarde para ver como existen aún periodistas que son capaces de hacer su trabajo con rigor (aunque luego vengan otros periodistas y "adornen" sus reportajes, para que "vendan" más)
Escorpión
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