Exactamente, creo que es más o menos lo mismo que digo yo, pero mejor explicado. El Diablo es malvado desde el punto de vista de Glorantha, para asegurar que no es malvado habría que estar fuera de Glorantha, es decir, por lo que respecta al mundo, no existir. Yo solo matizo que el diablo no existe en todos los mitos, aunque casi todos tendrán que personalizar su idea del mal de alguna manera, es algo casi necesario.
La única excepción son los seres caóticos. Muchos de ellos no habrán oído hablar jamás del Diablo, o lo verán como un ser terrible y malvado al que tienen miedo. Pero lo que ocurre con los caóticos, dicho en términos "generales" es que tienen la conciencia fragmentada por ser en parte ajenos al universo. Eso puede dar muchas ansias de destrucción.
La mayoría de los caóticos no tiene sociedades organizadas lo suficiente para tener una teología más o menos clara, pero algunos de éstos (broos civilizados por el contacto con el Imperio, algunos ogros, Iglesia de Ramalia, ashurtanos si son caóticos...) podrían mirar al Diablo de manera positiva, benigna, o más bien, tener una figura mítica positiva que identifican con el Diablo de otras culturas. Es decir, Glorantha no tiene salida, la única posibilidad es la destrucción del mundo y la disolución en la nada.
¿Increíble? Bueno, no tanto. Ni siquiera para humanos.
Investigando sobre las serpientes descubrí una secta gnóstica de la antigüedad muy curiosa: los ofitas. Los gnósticos típicos creían que el mundo material era una creación demoniaca de un demiurgo creído (el Yahvé del Antiguo Testamento), y que Cristo era un enviado del mundo espiritual para traer a los elegidos la salvación. La única posibilidad para la salvación era la disolución, la destrucción del mundo material, una creación diabólica.
Los ofitas eran más extremos y leían el Antiguo Testamento "al revés". Todos los antihéroes (Caín) eran héroes dignos de adoración y los "buenos" eran los malos. Sobre todo entronizaron a la Serpiente del Antiguo Testamento (es decir, para los cristianos más tradicionales, el Diablo). Sus eucaristías y simbología introducían serpientes por todas partes como símbolo de la rebelión contra el falso mundo creado por Yahvé.
Saludos,
Antonio
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