(Primero el OT)
>PD: Con respecto a las repetidas alusiones inquisitoriales
>sobre las "teorías universales" (en el mundo real o en el juego)
>eso provoca una respuesta proporcional... ;)))))))))))))))))))))
>Amigo mío, yo no renuncio a nada, puede que esté muy de moda lo
>de no mojarse nunca y evitar pronunciarse o embarcarse en grandes
>teorías, pero para mí que es un exceso de comodidad posmoderna!
Si quieres mi opinión, las teorías son necesarias y útiles siempre que seamos conscientes de que la realidad siempre es más compleja, no nos dejemos esclavizar por la teoría ni la convirtarmos en dogma inmatizable; pero sin aproximaciones, sin simplificaciones, sin etiquetas, no sabemos funcionar. En Glorantha también nos movemos con aproximaciones, el truco es saberlas abandonar cuando no nos vienen bien.
(volvemos al Imperio Lunar)
> Matizando la idea... Aunque leer esto levantará ampollas en
> ciertas sensibilidades, yo lo veo como que los lunares NO DEBEN
> ganar las Guerras de los Héroes, casi por exigencias de guión...
> Sencillamente porque la historia queda mejor si son derrotados.
> Porque si triunfan y acaban siendo "los buenos" y sanan el Caos
Para empezar, si deben ganar o no depende obviamente de la perspectiva de la campaña, como acertadamente me señalabas hace algunos mensajes. Es decir, si los personajes jugadores son regeneradores de los "verdaderos ideales del Imperio" que luchan por que se imponga la "verdadera vía lunar", la campaña debería estar "orientada" hacia la victoria de los pj's, aunque evidentemente es posible que fracasen debe haber un final feliz posible.
Para continuar, la victoria lunar en las Guerras de los Héroes no tiene por qué ser absoluta, completa, perfecta. De hecho, este tipo de victorias solo se dan en las escatologías mitológicas. Si queremos una escatología, un "fin de la historia" al estilo del Juicio Final judeo-cristiano, la sociedad comunista marxista o el final capitalista de Fukuyama, entonces no importa que se acabe el conflicto porque es el fin. Ya no hay nada que contar (próxima campaña: retrocedemos en el tiempo).
Pero normalmente nos interesará jugar algo menos mitológico, más histórico. Las Guerras de los Héroes van a sacudir los cimientos del mundo, van a cambiar su estructura, van a hacer que héroes poderosos decidan gran parte de su destino futuro, el mundo no va a ser el mismo... Pero no es para tanto. Lo mismo pasó con las Guerras del Caos a fines de la Primera Edad.
No necesariamente una eventual victoria "lunar" (sea lo que sea esa palabra, referida al Imperio, a la filosofía, a la religión, a una nueva perspectiva de la religión, etc.) va a implicar la sanación absoluta del Caos en Glorantha -aunque podría ser el objetivo de una campaña, no es el´objetivo más típico; probablemente después de su cumplimiento habría que volver atrás para jugar-.
La victoria lunar puede significar simplemente la anexión y pacificación de todos los territorios bárbaros, o la pérdida de los territorios pero la vuelta a los "orígenes" filosóficos del Imperio, la derrota de una mafia de corruptores entre autoridades y funcionarios, o una nueva derrota contra el nuevo Sheng Sheleris y vuelta a humillar a los pentanos, o la asimilación de Orlanth como el copero de Sedenya en el panteón lunar, o qué se yo.
El problema de tu planteamiento es que hablas en términos demasiado absoluto. Primero metes "lunares" en el mismo saco, como si todo fuera lo mismo, luego asumes triunfo de la perspectiva lunar como "sanación de todo Caos" (este no es ni siquiera el objetivo más importante de la religión), en tercer lugar asumes que la victoria significa un triunfo completamente definitivo, completo, absoluto de todos y cada uno de sus principios, y por último entiendes que habría que seguir jugando en el mundo producto de esa campaña (siguiendo avanzando años), cuando hay otras posibilidades, como hacer campañas históricas, o plantear otras versiones alternativas de las Guerras de los Héroes desde otras culturas (what if...)
Saludos,
Antonio
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