Pues no, es decir, dentro de la imprecisión de las criaturas fantásticas del folklore popular, que son distintas o parecidas de un pueblo a otro, asumen formas muy diferentes y se mezclan entre sí. Los Aprendic... estoooo... los folkloristas y antropólogos se encargan de recogerlas y sistematizarlas, estableciendo "clases" y "razas" cual diseñadores de mundos de rol. Quiero decir con esto que cualquier distinción o analogía que hagamos será bastante artificial.
Dicho esto, los "enanos bigaristas" cántabros tienen su propia personalidad. Ciertamente miden unos centímetros, tienen un gorro puntiagudo y tocan canciones con un bígaro o caracola. Hasta aquí poco que ver con los enanos "roleros" que están basados en los nórdicos (pero que no tengan nada que ver con los roleros es indiferente para la cuestión que tratamos, que es que la palabra "enanos" también se usa en España para designar criaturas mitológicas). Pero también se dice de ellos que viven bajo tierra custodiando fabulosos tesoros o trabajando los metales, lo cual es propio de los enanos nórdicos, en esa mescolanza que es el folklore popular.
Su morfología y simbología es diferente a la del "duende buscador" cántabro, y también a la del trasgo (el parecido está en el alegado traje rojo y en el gorro). El trasgo cántabro suele representarse o describirse con dos cuernecillos y rabo, al igual que generalmente el trasgu. Pero la diferencia principal es que el trasgo es casero, es un duende familiar, doméstico, un lar, mientras que los enanos bigaristas parecen más seres de la naturaleza que viven bajo tierra.
Dicho sea con todas las cautelas y matices del primer párrafo.
Saludos,
Antonio
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