Ahí va mi propuesta para una estabilidad peculiar en la adoración caótica "in extremis":
Los tibutanos vivían rodeados de espíritus benignos o caprichosos con los que se podían manejar bien, para ellos los dioses siempre han sido seres aberrantes de un poder tan grande que no caben en el mundo, no son manejables. Tienen mitos ligeramente distintos y no distinguen bien entre dioses buenos y malos, para ellos todos son malvados y exigen horrendos sacrificios a cambio de un poder que resulta excesivo para que sus adoradores puedan controlarlos.
Todo iba bien hasta su emigración... al haber perdido contacto con la mayoría de los espíritus más poderosos y benignos de su tierra y estar rodeados de problemas, estaban en constante peligro de extinción. Una y otra vez la población, histérica, tomaba medidas desesperadas para poder sobrevivir. Una vez hecho esto renegaban de sus infames dioses también con desesperación... hasta que se volvía a presentar una crisis. Tras más de un milenio el procedimiento que han "refinado" es este:
-Se produce una crisis que pone en peligro a toda la comunidad. Un peligro de exterminio. Todos van a morir.
-La comunidad, presa del pánico y de la histeria, se convierte en masa al dios más apropiado para sacarles de la crisis. Los que se opongan a esto abiertamente pueden ser despedazados! Por eso ningún tipo de autoridad dice ni hace nada en contra de los deseos de la población (es que ni siquiera los soldados más leales obedecerían, todos están presas del mismo pánico).
-La comunidad selecciona a gente que oficie los rituales, entre los que parezcan más apropiados, o más responsables, o más desesperados... no es bueno ni respirar cuando todos están reunidos y empiezan a mirarse entre sí, buscando a alguien para que guíe a los demás.
-La comunidad (que podríamos considerar de "iniciados de poca calidad", un estatus intermedio entre laicos e iniciados, o un tipo de adoración comunal), oficiada por sus sacerdotes/acólitos (también de muy, pero que muy baja calidad, la inmensa mayoría no sabe más que los demás ni quieren dirigirles religiosamente!) practica los ritos más crueles e infames, utilizando a prisioneros, ancianos, gente deforme, gente que se sacrifique voluntariamente o simplemente gente al azar elegidos por sus recientes sacerdotes. Ritos que agraden al dios en cuestión, claro. A pesar de la mala calidad de la adoración lo compensan con el fervor de los desesperados y con cantidad, y con la fuerza de la sangre y de los rituales más extremos. Muchos hasta se automutilan presas de una histeria religiosa que no comprenden! (buenas elecciones futuras de víctimas o sacerdotes). Obtienen una magia muy poderosa e impredecible, y muchas veces también cruel, con la que pueden salir del paso... al menos con un poquito de suerte.
-La comunidad decide que la crisis ha pasado, a pesar de las protestas de los sacerdotes (algunos de los cuales a lo mejor le están cogiendo el gusto, otros siguen horrorizados por lo que están haciendo al igual que el resto de la población). Matan a todos los sacerdotes e intentan olvidar y volver a la vida normal.
-Algunos nacen con mutaciones, aparecen criaturas caóticas u otro tipo de problemas que se pueden convertir o no en otra crisis. Algunos se vuelven locos y son expulsados al bosque, donde los crueles elfos les matan. Algunos se pervierten y sus vecinos toman buena nota para la próxima crisis, a menos que se les consideren locos o una amenaza tan grande como para aprisionarlos. La gente intenta seguir con su vida normal y no recordar, pero las penas de prisión (con trabajos forzados para que no supongan demasiada carga a la comunidad) son muy frecuentes para casi todos los delitos, o la prisión preventiva para cualquier extranjero solitario. A los prisioneros se les trata de forma humanitaria y por ejemplo se permite que los hombres puedan visitar a las mujeres o incluso tener relaciones voluntarias, si es que lo desean por ambas partes. A veces algunas mujeres tienen hijos, a los que no se les aparta de sus madres... si es que son unos pedazos de pan!
-Tras varios años, aparece otra crisis y el ciclo vuelve a empezar...
Elamle es importante porque las comunidades rodeadas de elfos pacíficos no se ven envueltos en crisis de vida o muerte tan a menudo, y por tanto se ven menos afectados por sus crueles dioses.
Los dioses no se corresponden exactamente con los dioses caóticos habituales pero se pueden establecer correspondencias aproximadas... La Madre Salvaje (Thed?) aumenta la fertilidad tras ritos de violación y muerte de víctimas, el Asesino Devorador (krasht, Cacodemonio?) hace aparecer horribles demonios que tras devorar a sus víctimas permiten a la comunidad que les dirija a otro objetivo al que atacar (después de lo cual pierden todo el control, así que mejor que no tengan demasiado éxito y vuelvan sobre sus pasos...), el Mar Sangriento puede apaciguarse si se le alimenta cuando está furioso, y concede a sus adoradores poderes de atracción o repulsión de demonios marinos, etc.
Hasta pronto