Yo creo que todo funciona mejor si la gente ha pensado un poco en sus personajes. Basta que se hagan una imagen mental de lo que quieren llevar, una definición brevísima en la cabeza. Eso incluye normalmente y con las limitaciones que la campaña imponga la profesión, la "raza" y casi siempre el culto; además debería traer pensado algún rasgo que lo haga más o menos único y que le dé por donde empezar. En mi experiencia, cuando los jugadores han alcanzado esa especie de "idea básica y única" de su personaje (que no tiene por que ser muy complicada, ni muy profunda ni nada) juegan mucho mejor y disfrutan mucho más aunque la trama sea mediocre.
Lo demás viene por añadidura. Es decir, después no dejo que ningún método aleatorio estropee la inspiración inicial. Uno también se puede inspirar a raíz de lo que ha salido, pero me parece más difícil.
Respecto a la reivindicación de los personajes "cutres", bueno, mis jugadores deben estar al tanto. Se los hacen por su propia cuenta. Sin que salga en los dados.
Saludos,
Antonio
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