Bueno, aceptemos barco por animal de compañía y dejemos de discutir ;-))
Esto es, por supuesto que parto de la premisa de utilizar o hacer unas reglas de magia que, aunque sean lo suficientemente difusas como para dar ambiente sean al mismo tiempo más o menos objetivas. Aunque esas reglas para mí no condicionan todo lo prodigioso que pueda suceder (por ejemplo, un dragón), sirven para que los jugadores tengan algo a lo que agarrarse. Eso implica que en materia de magia, no necesariamente de creencias habrá cuestiones objetivas a determinar por el master (o en forma más participativa, por el master y los jugadores). Además, la idea es sacar de las reglas todo lo incognoscible y misterioso, indeterminable.
Si eso es un acuerdo de mínimo común múltiplo, pues estamos de acuerdo.
> Digamos que lo imposible sería jugar con un cristiano "moderno"
> que ya no cree en el Diablo sino como metáfora poética... ;)))
> Pero es muy correcto, necesitamos una mentalidad medieval para
> jugar un cristiano medieval, que ve al demonio en todas partes!
Las reglas que hice, todavía por probar, son sólo un esqueleto y no parten de ninguna decisión metafísica sobre el mundo (pueden utilizarse sólo para una Fuente "auténtica" y esas cosas). De modo que pueden utilizarse también para sistemas modernos del tipo La Llamada de Cthulhu. Pero lo cierto es que están pensadas para una mentalidad antigua. Cuando he dirigido terror contemporáneo, no he necesitado, por cierto, pensar cómo funciona lo sobrenatural, tal vez porque la idea es que las cosas no funcionan como debieran...
Pero por cierto, no toda la magia se percibirá como provinente del Diablo, aunque sí seguramente los prodigios llamativos no identificables como cristianos. Hay en la mentalidad mágica una tendencia a pensar directamente en consecuencias mágicas de las acciones o rituales mundanos, sin que ello implique disposición religiosa de adoración.
Digamos, tus amigos jugando al rol te dicen que debes tirar los dados sobre una carpeta y no sobre la mesa para que te salgan mejores tiradas. Pasarle la sal a alguien directamente da mal fario quillo, etc. Esa en realidad es la magia de la gente "de la calle" que yo también pretendo recrear.
Lo que la Iglesia medieval rechaza invariablemente es la idolatría, que es lo que está bajo su jurisdicción, y es donde encajan la brujería y esas cosas. La magia propiamente dicha era competencia del poder temporal, que se preocupaba principalmente de castigar muy duramente los maleficios. Respecto a magia "benéfica" en la que no se detectase idolatría (todo muy relativo, pero como regla de ayuda, los prodigios visibles se verán como demoníacos, las bendiciones y prodigios invisibles depende), habrá etapas y lugares donde cualquier cosa prodigiosa será mal rollo y etapas de mayor tolerancia con la hechicería "física" (mera aplicación de las leyes del mundo como la magia simpática, sin rastros de adoración a nadie). Así, en "El Conde Lucanor" se detalla como un clérigo se va a estudiar hechicería con un nigromante de toledo; se detecta que no parece nada apropiado para un clérigo, pero tampoco se analiza inmediatamente como satánico, aunque siempre existe ese riesgo. Hay en files un documento que puso Sarevok más detallado sobre la enemistad entre la Iglesia y las prácticas mágicas.
Pero aparte todo el mundo tenía sus supersticiones y pequeños rituales que no son considerados a efectos de trasfondo como magia, pero sí encajan en mis reglas como fuente mágica.
> Era lo deseable, claro. Y podemos aceptarlo si NADIE concibe ser
> exclusivo, el mayor problema era el concepto de monoteísmo puro...
Por cierto, que no he buscado si hay creencias mágico-religiosas entre los islámicos más "puros" (válgame la expresión ;-)) o en religiones cristianas menos folklóricas y ritualistas que el catolicismo, por ejemplo los calvinistas.
El tema es que el Islam, aunque también tiene su Diablo, hace mucho más énfasis en la voluntad omnipotente de Dios, acercándose más o llegando a la predestinación. Todo lo que sucede sería manifestación de una irrestistible voluntad divina, de manera que pedirle cosas puede tener poco sentido. Ya está decidido. Los magos "islámicos" que me suenan no eran estrictamente religiosos, se dedicaban a aprovechar las leyes mágicas que rigen el mundo o a invocar djinns y otras criaturas, como el que construye un molino de agua. Más parecido a la hechicería-RQ, supongo; creo que en general estaban mal vistos en teoría, aunque hubo épocas de gran tolerancia. Los recurrentes cabalistas, en cambio, si tienen una orientación más religiosa y mística, aunque también en un sistema RQ los asimilaría a los hechiceros.
> Y lo único realmente excluyente sería el "excepticismo científico"
> pero como es anacrónico podemos ignorarlo (junto a sus defensores!)
Sería lo más normal, en un mundo en el que partimos de que hay magia. Salvo campañas de esas tipo "el mundo está cambiando, lo siento en la tierra...", etc. La magia se está acabando por alguna razón y los racionalistas intentan construir un nuevo mundo (¿quizás con su nueva Fuente, la Ciencia? ;-))) Creo que es el paradigma del Mago en el Renacimiento. El triunfo de la Orden de la Razón (luego Tecnocracia) sobre las Tradiciones.
Otra posibilidad es algún argumento estilo ciencia-ficción. Hay una perfecta explicación razonable para todo y la misión del racionalista es descubrirla.
Pero entiendo que esto son excepciones.
> Y vale, puede alcanzarse... pero tiene sus costes en perder la baza
> de un monoteísmo "de verdad". El pseudo-dualismo nos salva... ;)))
También podría haber eventualmente personas que consideraran que cualquier práctica mágica de todo tipo es una corrupción del monoteísmo (o del sendero de la Iluminación, para orientales). Estas gentes podrían tener mucha fe en sus creencias, pero 0 en valor de Fuente, porque la Fuente no es exactamente una medida de la fe. Esta gente no negarían la magia pero creerían que hay que renunciar a ella (igual que a las riquezas, etc.)
> También me parece interesante la propuesta de Antonio Roda
> aunque casi le diría (ahora va para tí) que le veo un atisbo
> de problemas: si conviertes el monoteísmo/cristianismo en el
> motor de la "abolición de la magia en el mundo" parece que le
> confieras demasiada importancia para configurar el mundo de juego.
Tal vez eso sí sea una premisa de la campaña. Estamos con los japoneses tradicionales y mágicos y llegan los occidentales con sus extrañas tradiciones y religiones que aniquilan nuestra magia.
Antonio
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