> Muy buena la diferenciación entre "mundo mágico" y "mundo repleto de
> magos".
Y luego a mí no me importa que haya un montón de magos (calculo que en la Tierra Media los hay, todo depende de qué sea un mago) mientras el poder de los magos sea canalizar la magia que fluye por el mundo y no una construcción encorsetada de reglas.
Nada me gusta menos que esa tendencia que muestra mi grupo gaditano cuando jugamos al D&D respecto al misterio de los magos (y seguramente, aunque soy más sensible a esos temas, la crítica no me excluye a mí mismo). Un mago profesional (vayamos al estereotipo) es un tipo misterioso, con un algo siniestro, de poderes extraños, difícilmente comprensibles y que a veces se pueden volver contra él. Me refiero a que sus compañeros suelen dar consejos al mago respecto a qué conjuros deben lanzar y en qué condiciones, y eso que se supone que no saben nada de magia "Lanza una Bola de Fuego, hay suficiente distancia", "no, no, una nube hedionda", "¿alguien tiene cogido un detect magic?"; ante mis riñas, la excusa suele ser que han visto al mago lanzar antes el conjuro y es lógico que se lo pidan; pero el uso constante de la jerga de juego (descripciones de los conjuros en las reglas, incluso en inglés, consideración de radios, alcances, conocimiento de los efectos porque vienen en el libro, etc.), es una pista de que se está jugando con elementos excesivamente estructurados y limitados. Y, en realidad, ¿quién asegura que un estallido de fuego ocupe siempre exactamente el mismo radio?
En vez de rolear al mago, que es lo que te atraía de la fantasía, todo ese misterio, estás aplicando en un juego de ganar o perder, estrategias varias en función de una serie de posibilidades que tienes en tu ficha, poderes mágicos clasificados en los hechizos. Al final, es una especie de parchís con reglas añadidas (tres veces al día puedes saltar tres casillas más que lo que ha salido en el dado ¿aplicas el "poder mágico" o te lo guardas para luego?)
No es que haya que jugar al D&D así, aunque seguramente las reglas lo favorecen, otros juegos también lo favorecerían en menor o mayor medida lo MÁS IMPORTANTE es cambiar las actitudes hacia el juego y tener claro que las reglas son un invento para guiarse, pero que no están definiendo el trasfondo.
Si eres de sangre real y tienes el Conjuro de Manos que Curan, entonces tu Aragorn particular podrá "utilizar el conjuro" (pero eso es el constructo de juego); pero lo importante no es que haya usado el conjuro, sino que sus manos curan. ¿Es un mago? Sí, pero al describir la curación has hecho que el constructo de juego no esté presente en la historia, sino que predomina la historia misma.
Casandra, la "tía extraña que adivina cosas" del grupo tiene un extraño presagio o premonición: ha visto pájaros de alas oscuras volar hacia el norte haciendo un extraño signo y eso le da muy mal rollo, y muy inspirada, termina por emitir una profecía como si hablara en nombre de la diosa Eloísa, los jugadores la creen, porque confían en su extraño poder. Su poder es como esa especie de intuición que tienen los Dunedain en la tierra media. ¿Es una maga?
(A efectos de juego, metahistoria, Casandra se subió a la montaña y lanzó un conjuro de Presagios Tenebrosos, con éxito; a los jugadores no se les mostró el resultado de la tirada, por si acaso).
La cuestión es ARROJAR DE LA HISTORIA (en lo posible, y nunca es posible del todo) todas las cuestiones de reglas, que sólo sirven para determinar si una cosa tiene éxito o no (y las reglas pueden facilitar o dificultar esta separación, que nunca es imposible del todo tampoco). Casandra no ha lanzado un conjuro que todos los jugadores han leído y que está en la página 314, cuyo efecto está perfectamente definido para evitar abusos y para diferenciarlo de Presagios Más Tenebrosos, que es de nivel más alto. No, no, simplemente, Casandra ha tenido una premonición, del resto nos olvidamos.
Para mí el problema no es si el mundo está lleno de magos, sino qué es lo que significa ser un mago.
Saludos,
Antonio
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