Hum... creo que en los archivos de la lista hay bastantes reglas de la casa, para cosas como esgrima, artes marciales, maniobras de combate y cosas así.
> Cuarto: Gracias a Fray Anthonius por su paciencia
> conmigo y mis hechiceros...me has convencido de que
> estan en ciudades y agrupados en colegios...de lo que
> todavía no estoy convencido es de que se dediquen a
> los colores o a los elementos o a especializaciones de
> ese estilo.
Bueno, tampoco pretendía convencerte, podemos hacer los hechiceros como nos plazca. En cuanto a las especializaciones, bueno, aceptados los colegios y las ciudades, lo que está claro es que debería haber diferencias y especificidades entre unas escuelas y otras, por las siguientes razones:
-Por la tradición y el secretismo. Las escuelas atesoran conocimientos, y al estar agrupados en sectas, cultos o clubs, procuran que los demás no tengan sus conocimientos. Los maestros enseñan lo que saben a sus discípulos y a nadie más y uno puede aprender lo que le han podido enseñar sus maestros.
-Por las ventajas de la especialización técnica. Aunque no se refleje en las reglas, si los conjuros entrañan manipulación de "leyes físicas", debería ser más fácil para un hechicero aprender un conjuro si conoce otro parecido. Pongamos que uno tira bolas de fuego, parece "lógico" que tenga que aprender menos si quiere hacer un muro de fuego que si quiere hacer un muro de hielo.
-Por la división del trabajo, para los hechiceros que se dedican profesionalmente al tema, como ha ocurrido con los "magos" del mundo real. La división del trabajo y la especialización es una tendencia imparable en las sociedades complejas. Los hechiceros buscarán cumplir una determinada función y atesorarán los conocimientos útiles para la profesión que les da de comer, así rentabilizan la inversión en sabiduría, sin dispersarse. Una escuela de hechiceros de barco aprenderá conjuros para dominar los vientos y las aguas, y para hablar con los peces; unos hechiceros que trabajan para el señor local aprenderán cosas útiles para la política o la guerra; una secta de asesinos aprenderá cosas apropiadas para el asesinato.
Si tenemos hechiceros organizados en escuela y tolerados o admirados por la sociedad, entonces si la sociedad los mantiene (y la gente productiva tiene que mantener a los que nos dedicamos sólo a estudiar ;-)) es básicamente porque le sirven de algo, o al menos porque creen que le sirven de algo. A veces esta necesidad de especializarse en funciones sociales concretas puede generar ideologías, tabúes y todo lo demás, que impidan o desaconsejen perder el tiempo en otras cosas.
-En el caso de hechiceros no profesionales (seguramente los menos, o los menos serios), su sabiduría puede estar fácilmente mediatizada por los intereses ideológicos, religiosos o sociales que precisamente proporcionan identidad y unidad al grupo. Una secta de nigromantes que espera la resurrección del Lich aprenderá conjuros nigrománticos para practicar malvados rituales en las alcantarillas, porque eso es lo que les mola y lo que los identifica, y por lo que se unieron, y porque quieren resucitar al Lich. La Iglesia de la Revelación aprenderá sólamente los conjuros que el Profeta les legó, porque los demás son brujería. Un club de nobles decadentes que aprenden hechicería sólo para divertirse podrían aprender retazos inconexos de los conjuros más distintos entre sí, pero todos con la misma finalidad de hacer cosas curiosas y entretenerse.
Saludos,
Antonio
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