A título narrativo, en el mismo relato, ilustraciones hechas por el loco escritor del necronomicón habían hecho perder cordura a los lectores.
Lo que quiero decir, en parte, que no me parecen discursos asimilables. El discurso de Glorantha, donde la magia es algo inherente a todos los seres, y el discurso lovecraftiano, donde la magia es algo completamente ajeno a la condición humana.
Si la estatua
> te hace perder cordura cumple entonces la misma función que los
> ángulos imposibles de R'lyeh (que también fueron construidos por
algo
> o alguien) pero un escultor normal no puede representarla, es un
> misterio en sí misma.
Ouch. Topamos con normal, palabra peliaguda como pocas. No entraré en esa discusión.
Por utilizar vuestro vocabulario es una estatua
> "mágica" aunque el término en sí me desvirtúe un poco la
descripción.
De todas maneras, te aviso que mi postura es la de que las características mágicas de los seres, al emularse con ilusión ha de hacerse mediante algún multiconjuro (por ejemplo, un basilisco ilusorio con un conjuro de veneno).
AntoNIo.
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