> Er, no es por meterme en otra discusión kilométrica, > "Dios me libre", pero, en eso del poder al ordenarse > frente a burocracia, ¿no les parece que ya estaba > reflejado en el RQ?
Para mí la solución más ajustada a las reglas oficiales del RQ (siempre que se considere que existe un problema) sería la siguiente:
-A modo de regla general, acólito, sacerdote y señor de las runas no
son tanto cargos administrativos como niveles mágicos (por eso hay que
pasar un test de santidad) que implican: a) nivel de poder, b) nivel
de responsabilidad "dedicación de tiempo y recursos a lo que sea". La
dedicación puede mostrarse de modos diversos dependiendo del culto y
las circunstancias: servicio mágico-religioso a una comunidad,
servicio a una organización religiosa, dedicarse a "ser el dios en la
tierra y hacer todo lo que hizo", entregarse a la meditación,
cumplimiento de normas estrictas, etc.
-Los requisitos básicos para acceder a estos cargos mágicos son los
que vienen en el libro (con la salvedad de que nos los saltemos si nos
encajan mal). Básicamente, tienes que tener a cierto nivel una serie
de habilidades y hacer un test de santidad que implica la aceptación
divina (en el que el azar puede sustituirse por los requisitos
interpretativos adecuados, como también creo que viene en el libro).
-Podrían incluirse, dependiendo del culto, requisitos nuevos o formas
de designación que no vienen en el libro como pruebas para demostrar
las habilidades, elección democrática, politiqueo e intrigas,
ungimiento y ordenación "que tiene poder en sí mismo", etc.
-Es posible, sobre todo en sociedades religiosas que no están bien
jerarquizadas ni organizadas (bárbaros), que no haya ninguna
designación "oficial" de ninguna estructura sino que uno acceda al
nivel mágico por otros medios. E.g., Agapito el orlanthi vive en un
asentamiento de 60 personas en un clan de 800 y no hay ningún humakti
en el clan. Siente la llamada de Humakt y un día decide partir a un
templo lejano para iniciarse; por avatares del destino termina
volviendo a su clan originario y aumentando en poder y devoción. Un
día (cuando cumple los requisitos y es dramáticamente apropiado),
Agapito recibe extrañas revelaciones en sueños y descubre que ahora se
parece más a Humakt (y tal vez obtenga nuevos poderes rezando en un
menhir sagrado para Humakt que se encuentra en el terreno de su clan.
Cuando vuelve al templo todo el mundo reconoce que ha cambiado y los
sacerdotes descubren que es un Espada de Humakt.
-Es posible, aunque difícil, sobre todo en organizaciones religiosas
en las que el politiqueo y la intriga sean importantes, que uno que
cumple los requisitos y es querido por el dios llegue a ser sacerdote
o señor de las runas (por ejemplo, obtenga magia reutilizable) EN
CONTRA DE LA ESTRUCTURA ORGANIZADA.
-Es muy posible, sobre todo en cultos poco organizados, que la
designación de la persona que cumple los requisitos (repetimos,
habilidades + santidad) baste para alcanzar el poder mágico. ¿Llegaste
a sacerdotisa de Ernalda porque eras la hija de la anterior? Vale,
pero si pasaste el test de santidad, Ernalda sabrá, será por algo.
Probablemente porque alguien tiene que bendecir las cosechas (o quizás
simplemente porque le caes bien y no preguntes, que es una diosa).
Quizás incluso los masters que han abandonado el test de santidad
quieran permitirlo para personajes que de otro modo no alcanzarían el
cargo, precisamente para simular el capricho divino.
-En todo caso, tal vez podría darse la posibilidad de que en
estructuras muy organizadas y jerarquizadas hubiera gente "de
dedicación exclusiva" que aunque tuvieran un PODER importante en la
organización, un cargo de liderazgo, prestigio y rango elevados, etc.,
no tuvieran especial poder mágico (y por tanto no fueran "sacerdotes"
ni "acólitos" a estos efectos), dedicándose a asuntos más mundanos.
Los dioses no les dieron magia, pero les dieron otros dones
(igualmente mágicos, ya que provienen de los dioses) como la habilidad
para la contabilidad, la capacidad táctica o militar, el liderazgo y
la capacidad de organizar y mandar (o las virtudes amatorias o el
parentesco, claro). Estos no tienen que pasar el test de santidad pero
podrían tener los honores que se conceden a los sacerdotes taumaturgos
(que serán la mayoría en un mundo en el que hay que hacer magia para
todo).
Saludos,
Antonio
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