> > La solución es muy fácil, por vía interpretativa (sin afectar a la
> > estructura del juego), aunque no esté bien explicado.
>
> En última instancia:
>
> La solución es cambiar las reglas. Ergo, como yo decía, las reglas
> no son tan buenas.
Er... hablas con un abogao moderadamente retorcido. No se trata de cambiar las reglas, sino de interpretarlas con arreglo al sentido común (y en su caso contra legem, siempre me fascinó la interpretación contra legem).
Cambiar las reglas es lo que has hecho tú (y me parece bien). Eso ya no puede colarse como interpretación.
Saludos,
Antonio
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