> Lo que quiero es no dungeonizar... Para eso ya tengo D&D 3.5 (y la
> cuarta). Por eso prefiero comenzar dirigiendo una aventura "oficial" o
> publicada, para no meter la pata metiendo objetos y se me acostumbren
> mal.
>
No sé si te entiendo bien. Yo creo que lo que quieres hacer es independiente de que una aventura sea oficial o creada por ti mismo o por otro aficionado. Es decir, si prefieres dar pocos objetos mágicos, pues das pocos y ya está.
Lo malo es que si a los jugadores lo que les gusta más es hacerse más poderosos, más que, por ejemplo, cumplir los objetivos personales del personaje, pues no les molará la partida si al final del módulo no hay objetos mágicos. El máster puede cambiar el chip, pero convencer a los jugadores de que cambien el chip no es tan fácil.
¡Pero lo peor de todo no eso! Lo peor de todo es que, en general, (aunque tal vez me equivoco porque llevo más de 10 años jugando a rol con los mismos amigos), en los grupos de jugadores hay jugadores de todo tipo, es decir, unos más interesados en el aspecto narrativo, y otros más interesados en el aspecto juego y "subir de nivel".
Una alternativa es dar objetos mágicos que no den demasiada potencia ofensiva a los PJs. Y mejor aún si, en la medida de lo posible, son objetos que dan información sobre el trasfondo. Los objetos mágicos que aparecen en el antiguo suplemento "Plunder", incluido en el "Borderlands & Beyond" son un buen ejemplo. P.ej., la máscara rana, una máscara de madera que representa a un tritónido o a un sapo estilizado. Su poder mágico consiste en que quien la lleva puede aguantar una hora entera bajo el agua sin ahogarse. Las crearon los sacerdotes de Zola Fel en tiempos del Imperio de los Amigos de los Wyrms o incluso antes para otorgarlas a miembros de otros cultos para sellar pactos de amistad con ellos. Tristemente, los habitantes de Pavis las usaron para espiar a los habitantes de las orillas del río y a sus enemigos. El secreto se su creación se perdió, pero aún pueden encontrarse algunas en lugares olvidados o en posesión del culto del río.
Otra cosa grande que puede hacer un objeto mágico es tener repercusiones. Por ejemplo, en mi campaña, los PJs se encontraron una joya inmensa tras aniquilar a unas momias en unas ruinas subterráneas. Tras analizarla en el templo de Irripi Ontor, se descubrió que, aparte de tener unas propiedades mágicas concretas, era un objeto sagrado de las amazonas fieles de Yelorna. Eso hizo que el patrón de los PJs les ordenara intentar vender la joya a las amazonas, para sacar una buena tajada, pero claro, las amazonas argumentaron que ese objeto les había sido robado en tiempos pretéritos y se lió un poco la cosa.
Pero en fin, es un tema complicado y yo soy el típico que luego se arrepiente de haberle dado tal o tal objeto a un PJ... :-)
Este archivo fue generado por hypermail