> Sin embargo el vivo salió peor de lo que debería porque:
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> a) era el domingo después de la clausura. Resultado: estábamos todos un poco hechos polvo, y además mucha gente no podía acostarse demasiado tarde (por lo de conducir al día siguiente y no morir).
> b) faltó gente. Mucha. Dos de los preinscritos se desapuntaron a última hora. Y además faltaron varios ultimimísima hora, con lo que hubo que ir reclutando como se pudo (y de hecho creo que algún PJ no se pudo usar). Para rematar, una chica se puso enferma y tuvo que irse a los diez minutos.
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> Como anécdota, jugaron dos famosos. El morocanthe era Nacho Conesa, autor de 1808, y Ricard Ibáñez (a este no lo presento :P ) hizo de guardia tabernario orlanthi.
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> En definitiva: quedó bastante digno, pero deslucido por problemas ajenos a la dirección. El master dijo que le gustaría continuarlo el año que viene, y si voy me apuntaré de cabeza :D
> ¡Quiero ser un mostali de peluche!
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¡Qué envidia!
Los que estamos casados y con hijos no podemos ir a esos sitios.
Alyrodri
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