Esta tarde envié un mensaje sobre las 3:30 y como parece que ha acabado en el limbo de Yahoo, lo resumo y lo comento otra vez.
Pero da rabia escribir las cosas dos veces, así que ahí va la versión ultra-corta (con lo bien que me había quedado la otra...) ;)
Sobre los Botes Lunares.
Yo tengo una propuesta que queda muy mítica y llena de magia, y que nos vendría muy bien para no hacer tecnológico algo tan difícil de tratar como un barco volador.
Los Botes Voladores Lunares JAMAS aterrizan. Cuando se fabrican con un material tan atípico como el esparto se trenza cada hebra con "la marea lunar" de manera que se hace en encantamiento sobre cada fibra, hasta que queda flotando en el aire ante las manos de sus constructores.
El Bote Lunar va creciendo tejido en el aire, se le añaden las partes de madera rígida pero ligera que le dan consistencia, y al poco tiempo los constructores cuelgan con cuerdas mientras tejen y entrelazan las diferentes partres del Bote.
No tiene porqué parecerse a un verdadero barco, y apuesto a que ese nombre se le aplica por la falta de recursos medievales para referirse a una carcasa sin ruedas que contiene mercancías.
El asunto de como amarre queda descartado si lo interpretamos como un globo, se ata con cabos como quien echa un ancla y todas las operaciones de carga y descarga se realizarán con gruas y poleas, supongo que aprovechando trampillas en su base, en lo que si fuese un barco sería la quilla.
También se aprovechará la cubierta, pero exclusivamente a efectos de evitar la gravedad: es una superficie de carga.
Y sobre como se tripule... deberá ser algo más mágico que
mecánico. Me sumo a las reticencias a verlo dependiente del
viento, pues ya se dijo que dependen de las mareas lunares.
(para veleros levitantes, los barcos voladores occidentales)
(que por cierto coincido con Antonio, son excepcionalmente raros)
Nos vemos.
El vadelino por duplicado, como los documentos oficiales. ;)
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