>Yo la verdad es que no entiendo bien la situación del Imperio. Una
>sociedad con una religión mayoritaria dominada por una religión
>minoritaria que aceptan sin que exista una dominación. Es más un
>Imperio religioso en el que ni en cuya capital se profesa
>mayoritariamente el culto a su panteón.
En el Imperio hay muchísimas religiones, culturas y creencias, no sólo la solar.
El truco del Imperio es su sincretismo. La Diosa es tan inmensa, contradictoria y tolerante que lo abarca todo en ella. Absorbe todas las religiones y culturas, con la única condición de que no la rechacen abiertamente, dejándolas sólo levemente transformadas. Todos son la misma cosa. "Nosotros somos Todos Nosotros", dice la Diosa. Y la gente sigue viviendo como lleva siglos viviendo, manteniendo sus tradiciones, levemente evolucionadas, con la mera aceptación de pertenecer a algo común.
Con todas las salvedades imaginables, mira por ejemplo la sociedad de EEUU. En comparación con Europa, la gente es bastante religiosa, pero, por evidentes razones históricas, la variedad religiosa de este país es inmensa. Sin embargo suelen tener un cierto patriotismo, una conciencia de pertenecer a una entidad, y cuando cantan "Dios bendiga a América", cada uno piensa en su Dios y se emociona. Pues algo parecido [pero el Imperio es cien mil veces mejor que esos yankis ;-)].
Con los solares, en concreto, me imagino que la trampa fue conseguir lunarizar a los líderes. En una cultura con una estructura social extremadamente rígida y jerárquica, en la que la gente obedece a sus líderes sin preguntarse por qué... Cuando los líderes aceptan a la Diosa, el pueblo llano no es capaz de poner impedimentos.
No sólo los que pertenecen a cultos lunares están "lunarizados" en sentido amplio.
Saludos lunares,
Antonio
Nosotros somos Todos Nosotros.
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