> Esto es tan sutil que resulta difícil reconocer si se trata de una
> realidad o de un axioma metafísico de los malkionitas, pues la verad
> es que la hechicería funciona igual cuando la practica un creyente o
> cuando lo hace un ateo, como los vadelinos...
Los ateos, caóticos aparte, creerán en el mismo axioma. La hechicería sigue siendo la magia de la Ley. Y funciona porque mediante la Ciencia es posible conocer las leyes físicas que rigen el cosmos. Posteriormente, es posible manipular la realidad conforme a esas leyes. Más o menos lo mismo que la ciencia y tecnología en el mundo de verdad. Pero en Glorantha, por alguna razón, determinadas palabras, gestos, pensamientos, cálculos y energías extradimensionales pueden utilizarse para afectar a la realidad conforme a las leyes.
Si un científico gloranthano sabe que hay una ley física que obliga a que las cosas caigan hacia abajo y quiere levantar una cosa, buscará la aplicación de otra ley física que permita ejercer una fuerza en sentido contrario, o algo así. En cambio, el hechicero caótico buscará averiguar cómo funciona la Ley para INAPLICARLA DIRECTAMENTE. Por supuesto, no hay paralelismos con el mundo real, donde no hay Caos (espero ;-). Más o menos, descubres como funciona el envejecimiento, y decides contrarrestarlo rompiendo otra ley, puesto que la habilidad en el conjuro te permite ver insospechadas conexiones entre unas leyes y otras. Piensas que está mal alimentarte del alma de los demás, así que cometes tabú y logras mantener tu cuerpo con vida mediante energías obtenidas "impíamente". Ahora eres un vampiro-hechicero.
> Es la teoría del "Hada vengativa de la Bella Durmiente"...
> El único poder que no pudo participar de la génesis del mundo,
> pretende jugar ahora con desdén con el resultado, movido por un
> sentimiento parecido al despecho. Es también la teoría del
> Dios Destructivo y Caprichoso (el niño pequeño) que usa todo
> su poder sin importarle sus efectos en el mundo.
Yo personalmente no lo veo como despecho. Simplemente: el Caos en estado puro implica inexistencia (o pre-existencia). Pero el Caos está dentro de la existencia y la combinación Caos/Realidad provoca alteración, corrupción, perversión, depravación, mutación, cambio insospechado de la realidad. Eso incluye tanto a hombres como a dioses. Y también incluye alteraciones físicamente visibles (¡Ops este caracol tiene dos cabezas!), pero también corrupción "moral", partiendo de la moral que tenía el sujeto o el dios; se producen alteraciones, deformaciones, mutaciones de su espíritu y conciencia (diosa de la fertilidad---diosa de la violación) [porque el Caos es posibilidades increadas], que en la práctica, son vistas como perversiones y valoradas negativamente, porque, al ser extrañas a la realidad creada, no terminan de encajar. Entonces el engendro caótico es "malo", y conforme extiende el Caos, extiende la corrupción.
Saludos,
Antonio
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