Pues me alegro de que gusten, ya he tenido una opinión parecida del
vadelino,.. :-)
La verdad es que la primera idea de la que partió todo fue
precisamente la de hacer que la intervención divina no dependiera
sólo de la PER, y si de alg que indicara la relación del individuo
con el dios en cuestión.
> Creo que las reglas habría que desarrollarlas mucho más (no sólo
> concretando las formas de ganar o perder Fe, sino también adaptando
> los conjuros y la magia de cada dios
Totalmente de acuerdo, y en ello estoy, de hecho, ya he adaptado el culto de Orlanth, y ahora le toca el turno al de Aldrya. Si interesa, iré colgando los que vaya haciendo en Files, o si no, podría mandarselos al que quisiera, para no ocupar un espacio del que andamos escasos...
> En cuanto al Alma, yo la identificaría simplemente con la PER. La
PER
> es el alma, para los teurgos (el espíritu para los animistas, la
> esencia vital para los hechiceros), así que no veo la necesidad de
> generar otra característica. La "parte" espiritual o "energética"
de
> una persona estará centrada en los dioses y se llamará alma, para
el
> sujeto que cree en ellos y los sirve.
Veo que en ese punto coincides de nuevo con el vadelino, lo cual empieza a aprecerme sospechoso... Verás, la cuestión de introducir el Alma viene de un intento de darle "coherencia interna" al resto de las reglas de magia que estoy haciendo. Yo he suspuesto que cada perspectiva de la magia desarrollaba una parte del "alma" (o como se le quiera llamar) diferente. Asi, por ejemplo, la hechicería desarrolla la Presencia (reglas de Sandy), el misticismo el Karma, la magia espiritual, el Espiritu, etc... Pero bueno, de todos modos, la idea esencial de las reglas no es esa, asi que si esa es la única pega, me doy por muy satisfecho...
Saludos,
Agustin
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