Después de un paseo por la biblioteca. ;-)
> Los mitos de la creación Uz que recuerdo no mencionaban al Abuelo
> Mortal, aunque sí a la runa del Hombre.
Efectivamente, por lo que sé, el Abuelo Mortal es un mito orlanthi.
> principio, me parece normal que los uzuz nacidos antes del Daño sean
> inmortales (Anciano Único).
Ya he visto la contradicción en el libro de los trolls.
Por si os sirve de algo ;-) lo que dice el libro Uz: the trolls of Glorantha es que en la práctica son inmortales por sus habilidades innatas y conocimientos aprendidos, lo cual tampoco resuelve demasiado la cuestión.
Yo diría que en la Tierra de las Maravillas no había muerte. Cuando vino la Luz Dañina llegó la muerte a los trolls; tras el Gran Compromiso, cuando los buenos trolls mueren vuelven a la Tierra de las Maravillas. Los uz que han sobrevivido a eso son inmortales, desde luego, que ya han pasado mil seiscientos años.
>Creo que es posible que nazcan uzuz en la Tierra Dañina y sería
>posible que estos nuevos nacidos sean mortales.
Debe ser posible, porque las estadísticas de RQ son las de un troll joven, y viene hasta la edad fijada. A eso deben referirse el libro de los trolls y Uz:TToG cuando dicen que las hembras de la raza señorial suelen tener partos múltiples pero esos partos son rarísimos en tiempos históricos. O sea, que el daño de Korasting perjudicó a los trolls pero no de un modo absoluto.
Estos trolls tal vez sean inmortales "en potencia" y tengan que aprender algunas cosas.
La percepción sobre la esperanza de vida de uno o dos siglos puede deberse a la vida en la superficie, algo realmente raro en los trolls de raza señorial. Es decir, en condiciones óptimas (en completa oscuridad, en oscuros subterráneos) se conservan bien, pero en la superficie el mundo es peligroso y no sólo por la violencia. Es bien conocido que la luz del sol desconcha la piel de los uz, y les provoca un envejecimiento primitivo al menos en la apariencia. En la acogedora oscuridad más profunda a la que los trolls de raza señorial están acostumbrados [casi] no hay enfermedades, al menos de las que puedan afectarlos. En cambio en el terrible mundo exterior espíritus inmundos y enfermedades diversas acechan en lugares luminosos...
Saludos mortales,
Antonio
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