No estoy de acuerdo. La Entidad protegería tanto la urbe como la Civitas, porque la urbe marca los límites de su existencia e influencia, y es otra parte de ella misma.
Hace poco leí a un historiador de las religiones (Mircea Eliade) que las murallas no eran un asunto exclusivamente físico. Es decir, en las culturas tradicionales, las murallas estaban concebidas para defender a la comunidad de malos espíritus, demonios y conjuros perversos. Los límites físicos se construyen como límites mágicos. Incluso hay murallas "simbólicas" que sirven como demarcación sagrada y son inútiles para la defensa (en Glorantha ahí tenemos las piedras sagradas que demarcan la tula).
De hecho, la ciudad romana donde trabaja mi padre (Baelo Claudia) tiene murallas, aunque fue construida durante la Pax Romana en una zona nada peligrosa (frente a África pero la África romana). Dicen los expertos en el tema que había dos razones para ello: la jurídica (marcar la competencia de los ediles) y la mágica-religiosa (protección contra malos espíritus e influencias maléficas). Asi que si un espíritu caótico sube por la muralla, o un gnomo la ataca tratando de derruirla, del mismo modo que sería atacar a una comunidad. Tantas razones tiene para tener defensa contra lo uno como contra lo otro, aunque todo dependerá de la entidad en concreto.
Saludos,
Antonio
Este archivo fue generado por hypermail