Tienes razón, será una manía mía porque atentados suicidas me sigue sonando a lo que hacen hoy en Palestina y me sigue sonando a un suicidio en sentido estricto, por más que esté aclarado lo que significa, y me parece que son cosas sólo remotamente comparables. Vamos que uno es maniático qué le vamos a hacer ;-))
Si, un castillo en una montaña en el que un viejo mantiene una secta de asesinos narcotizados, emporrados hasta niveles inimaginables a los que se les hace ver el paraíso prometido (bueno, muchos Toravs ni siquiera creen que haya vida después de la muerte, pero vamos, es una secta extraña) y que llevan a cabo los encargos procedentes con una devoción enorme aún a riesgo de perecer en el intento, me resulta creíble. Serían especialmente amenazadores por su despreocupación para el resto de los fonritianos, preocupados por mantener vivo su cuerpo A TODA COSTA porque tienen la creencia de que la vida es esclava del cuerpo y sin cuerpo no hay vida.
Pero una especie de generalización de la parte ortodoxa religiosa de atentar contra los malkionitas en una guerra de exterminio, no me termina de convencer (en cambio, la guerra de los seldapistas contra los no-humanos me gusta más). Sobre gustos no hay nada escrito, claro.
Saludos,
Antonio
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