El nuevo master era Biff Bam, un viejo amigo de Bastardo Tramposo; aparentemente se habían conocido en la academia militar. Era domingo, después de la hora de comer, estábamos en la casa de Biff y éramos cinco jugadores de piel pálida apretados en la habitación de hacer la colada, que estaba amueblada con la lavadora, una secadora, una mesa para jugar a las cartas, varias sillas desparejadas, y una foto ampollada por el calor del señor Corazón Roto y Dolorido en persona. Desde donde yo estaba sentado, Billy Ray me observaba con una mirada vacía pero calculadora.
El Disgusto: "Mira, todo lo que estoy diciendo es que me debes cuatro pavos."
Yo: "No te debo nada, te dije que no comieras esa estúpida ensalada en mi coche."
El Cobarde: "No me puedo creer que El Pervertido prefiriese estar con su novia antes que venir a jugar."
Biff Bam: "¿Con quién está ahora?"
El Cobarde: "Esa chica que trabaja en la tienda de cómics... Asenath" [3].
Bastardo Tramposo: "Parece bastante simpática..."
El Disgusto: "¡Guau! ¡Espera! ¡No cuelgues el teléfono! ¿Asenath? ¿Esa con el brazo deformado como el de un bebé?"
El Cobarde: "La misma."
El Disgusto: "¿Es esa la amante definitiva de la que estaba fardando?"
Yo: "Bueno, yo al menos me alegro de que haya encontrado alguien con quien conectar."
El Disgusto: "¡Tiene un brazo como el de un bebé! ¿Cómo puede él soportar estar cerca de ella? ¡Está deformada! ¿Qué coño pueden estar haciendo juntos?"
El Cobarde: "Él dice que es como si te hiciera una paja un pterodáctilo."
Yo: "Oh, por el amor de Dios, no tenías por qué dar detalles..."
Biff Bam: "¿Asenath? ¿Es eso un nombre griego? Suena como algo salido de Vampiro la MasQUIArada."
Ese último trozo no era un gazapo; era la forma en que Biff pronunciaba "Mascarada". Biff tenía este hábito de pronunciar mal algunas palabras al azar, de forma que tuvieran poco o ningún sentido. Para ilustrar esto, pondré en mayúsculas esas pronunciaciones tan creativas, y así todos podremos disfrutar de ellas.
Biff Bam: "He estado comprobando vuestras hojas de personaje y todo parece correcto, excepto una cosa. Os pedí a todos que hiciérais acaMAdémicos, y uno de vosotros hizo a un NIMja."
El Disgusto: "Es un profesor de estudios ninja."
Yo: "¿Tenían estudios ninja en los años 30?"
El Disgusto: "Más te vale tener cuidado con lo que dices, ya estás caminando sobre hielo fino en lo que a mí respecta."
Yo: "Oooooh, estoy asustado."
El Disgusto: "Más te vale. Te dejaré tirado en el suelo como un taco mojado."
Bastardo Tramposo: "¿Qué?"
Biff Bam: "Dejadlo ya, chicos. Mi mami está intentando ver Madam's Place" [4].
El Cobarde: "Lo siento."
Biff Bam: "Bueno, digamos simplemente que eres un profesor de mitoloGINIA occidental que estudia kung-fu y esas cosas."
El Disgusto: "Lo que sea."
Mientras hablaba cerró puerta de la habitación, aislándonos del mundo exterior. La luz fluorescente hacía que mis compañeros de juego parecieran cadáveres, y no los cadáveres enteramente saludables que puedes encontrar bajo tierra, sino más bien los que encontrarías varados en las costas de Nueva Jersey. Biff nos presentó las bases del escenario para nosotros a muy grandes rasgos; todos éramos profesores respetados de mitología, teología y arqueología.
Biff Bam: "Bueno, todos vuestros personajes se conocen entre sí a un nivel PORfesional. Quizá haya una cierta rivalidad académica entre algunos; vuestro personaje puede haber cuestionado las ideas de alguno de los otros."
Bastardo Tramposo: "Con puntuaciones casi perfectas como las mías, tendrías que estar loco para meterte con mi personaje."
Biff Bam: "Todos vuestros personajes tienen un amigo mutuo, un aventurero llamado Dick Marvil."
El Disgusto: "¿A mí me haces crear a un profesor y a este Dick Marvil le toca ser aventurero?"
Biff Bam: "Cada uno de vosotros recibe un telegrama de Dick pidiéndoos que le visitéis en la casa que heredó en Arkham, Massachusetts."
Yo: "¡Hago mis maletas inmediatamente!"
Bastardo Tramposo: "Yo ordeno a mis sirvientes hagan las mías."
El Cobarde: "Yo cojo a mi mascota, el dragón de Komodo, y me voy."
Biff Bam: "¿Komodo?"
El Cobarde: "Dijiste que estabas de acuerdo. Está en mi hoja de personaje."
Biff Bam: "Déjame ver. ¿Dónde?"
El Cobarde: "Por detrás."
Biff Bam: "¿Dónde?"
El Cobarde: "Justo al final."
Biff Bam: "¿Esto de aquí? Creí que era una mancha de agua."
Nos tomó algunos momentos resolver la situación con el Komodo, más que nada porque Biff te hacía obedecer las reglas practicando la lucha libre contigo e inmovilizándote en el suelo hasta que te desmayabas. Y mientras tanto, en la habitación empezaba a hacer más y más calor. Intenté distraer la atención de los gritos enmudecidos de El Cobarde mirando arriba hacia el poster, pero tuve que apartar la mirada.
¿Era imaginación mía, o su expresión había cambiado?
Biff Bam: "Así que todos llegáis a la gran MLANsión del tío-abuelo de Dick Marvil, en la misma noche oscura y tormentosa."
El Disgusto: "Yo no. Yo no me mezclo con los otros. Cojo una habitación en un motel del pueblo y me atrinchero en el interior."
Bastardo Tramposo: "¿Por qué?"
El Disgusto: "Porque son mis rivales. ¿Cómo sé que todo esto no es algún tipo de complot para deshaceros de mí?"
Yo: "Nuestros personajes son rivales académicos. Énfasis en académicos."
El Disgusto: "¡Estoy roleando! Mi personaje es una persona muy estresada, nadie respeta el campo de los Estudios Ninja Aplicados."
El Cobarde: "¿Está su personaje perdiendo ya puntos de cordura?"
Yo: "Los está perdiendo él en la vida real."
Biff Bam: "Bueno, voy a llevar el tema de los puntos de cordura de manera algo DIEferente, para que lo sepáis."
Yo: "¿Diferente, cómo?"
Biff Bam: "Bueno, todas estas reglas para la coRORdura no me parece que tengan ningún sentido."
El Cobarde: "Pues parece bastante fácil, si ves algo que te asusta haces una tirada de cordura."
Bastardo Tramposo: "Rara vez fallo una tirada de cordura."
Biff Bam: "Bueno, ese es el proBLAma, todo el rollo de la cordura se basa en el miedo más que nada, y los hombres de verdad no tienen miedo."
Yo: "Todo el mundo tiene miedo de algo."
Biff Bam: "Eso es lo que le dicen a los nenazas."
El Disgusto: "Se refiere a ti, nenaza."
Biff Bam: "Así que en mi juego tu cordura es una medida de tu hombría. Cuantos menos PIUNtos de cordura te quedan, más gay eres."
Yo: "Estás bromeando, ¿verdad?"
Hubo unos gritos y chillidos ahogados procedentes de otro cuarto de la casa. Biff palideció un poco, se excusó y salió de la habitación. Se aseguró de cerrar la puerta detrás de sí.
Nos miramos los unos a los otros por encima de la desconchada mesa de jugar a las cartas e intentamos enterarnos de lo que estaban diciendo detrás de la puerta de madera contrachapada.
Bastardo Tramposo: "¿No sería chulo que por una vez un personaje de El Disgusto intentase unirse al grupo?"
El Disgusto: "¿No sería chulo que tiraras los dados donde todo el mundo pudiese verlos?"
Yo: "¿Soy el único que no se siente a gusto con las reglas de cordura que se ha inventado este tío?"
El Disgusto: "¡Nenaza!"
Yo: "¿Sabes? Una vez que empiece a abofetearte no voy a ser capaz de parar."
El Disgusto: "Sí, intenta darme una bofetada. Soy un cinturón negro de seis meses. Un ninja blanco. ¡Camino entre las gotas de lluvia!"
Yo: "Y yo que pensaba que simplemente no te duchabas."
El Cobarde: "¿Soy el único que no se siente a gusto con el hecho de que me atacó y me dejó inmovilizado en el suelo?"
Bastardo Tramposo: "Ey, dadle una oportunidad a este tío, está dirigiendo una partida chula. Y Dick Marvil es un PNJ de la hostia."
El Cobarde: "Me estaba estrangulando."
Yo: "Lo siento, pero todo este asunto es bastante surrealista."
El Disgusto: "Sí, como si la opinión de un escritor fracasado importara algo."
El Cobarde: "Todavía no me siento la punta de los dedos."
Yo: "¿Qué? ¿Pero quién coño te crees que eres para hablarme así?"
El Disgusto: "Te han rechazado ya tres editores, aquí y en Inglaterra. A mí, eso me suena a fracaso."
Yo: "El fracaso sería no intentarlo."
El Disgusto: "Oh, por favor. Piensa en esto, Ab3, piensa en la peor novela jamás publicada. Por defecto, esa novela es mejor que cualquier cosa hayas escrito. La prosa de William Shatner tiene más significado que la tuya."
Cuando esas palabras salieron de sus labios, juro que escuché al poster de Billy Ray Cyrus animándome a matarle. Quizás lo hubiera hecho. No hubiese sido la primera muerte relacionada con los juegos de rol en mi pueblo, pero antes de que pudiese actuar Biff volvió y el juego siguió adelante.
Mientras el personaje de El Disgusto se quedaba en el pueblo y afilaba sus katanas, a los demás nos hicieron una visita guiada por la casa que Dick Marvil había heredado. Era bastante siniestra y muy gótica... o gotiCÁ como diría Biff.
Biff Bam: "Entonces Dick os habla sobre sus aventuras en oriente, y de cómo hizo una fortuna llevando jaDEDE de contrabando."
Yo: "¿Otra fortuna? Vaya, qué cosas."
Bastardo Tramposo: "Sí, mi personaje le ayudó con eso."
Biff Bam: "Esa fue la ocasión en que Biff mató a once hombres con una cuchara doblada."
Bastardo Tramposo: "Le salvó la vida a mi personaje, lo recuerdo."
El Cobarde: "¿Quién estaba dirigiendo esta partida?"
Biff Bam: "Yo lo estaba."
El Disgusto: "Yo paso la piedra de afilar por el filo de mi katana. Ñieeeeeec. Ñieeeeeec. Ñieeeeeec."
A estas alturas la habitación de la colada estaba, más o menos, a la temperatura del sobaco blasfemo de Cthugga. Yo estaba ahí sentado, sintiendo el sudor salir de mi cuerpo, mientras Biff seguía contándonos "La Leyenda de Dick Marvil."
Dick Marvil era un hombre entre hombres, millonario, playboy, e inventor. Sus hobbies eran la arqueología y la lucha contra el crimen. Era un maestro de las artes marciales, el boxeo, la esgrima, y un tirador excepcional con cualquier clase de arma de fuego. También conducía coches de carreras, navegaba en barco y pilotaba aviones. Mientras nos llevaba por las habitaciones de su extraña mansión fumaba en una pipa que le había sido regalada por "Sherlock HolMSES".
El Cobarde: "Pero, ¿para qué estamos aquí?"
El Disgusto: "Yo no estoy allí. Ñieeeeeec. Ñieeeeeec."
Bastardo Tramposo: "Sí, ¿qué podemos hacer por el gran hombre?"
Biff Bam: "Dick ha encontrado en el sótano una extraña biblioteca antigua llena de libros OUScultistas. Sólo vosotros cuatro..."
El Disgusto: "¡Yo no estoy allí! Ñieeeeeec. Ñiiiieeeeeeeec."
Biff Bam: "Sólo vuestros personajes tienen las habilidades necesarias para catalogar e investigar esos libros."
Yo: "¿Nos va a pagar?"
Biff Bam: "Claro, pero ya es tarde. Así que os acompaña a vuestras habitaciones para que podáis descansar por la noche. Podéis empezar a hacer el trabajo por la mañana."
Yo: "Vale. Vale, me preparo para meterme en la cama."
Bastardo Tramposo: "Mi personaje se queda trabajando en su último libro."
El Disgusto: "Yo espero a la medianoche. Luego me voy a la majestuosa mansión Marvil."
El Cobarde: "Yo también me preparo para irme a la cama."
Biff Bam: "¿Te vas a poner tu kimono? El que tienes apuntado por detrás de la hoja de personaje?"
El Cobarde: "No."
Biff Bam: "Porque eso es lo que pone, ¿verdad?"
El Cobarde: "Sí."
Yo: "Oye, ¿puedes abrir aquí una ventana o algo así? Me estoy agobiando."
Biff Bam: "Lo siento, la única ventana está cerrada y ataHAScada con pintura. Si tienes calor quítate la camisa."
Y, sin más, Biff se quitó la camisa. Debo admitir que nunca consideré lo que haría si un compañero jugador empezase a despelotarse en frente mía. Tenía la esperanza de que si eso ocurriera, estaría jugando con Phoebe Cates o Christine McGlade [5].
Pero nunca tuve tanta suerte. En lugar de eso me encontré mirando las tetas fofas y masculinas de Biff. Y cuando aparté la mirada me encontré mirando de nuevo a Billy Ray; a través de la neblina causada por la concentración de la partida, su peinado parecía mecerse inquietantemente [6]. Nuestros personajes se acostaron para pasar la noche.
El Disgusto: "Aparco mi coche a una milla de distancia de la casa. Estoy vestido completamente de negro. Voy andando... ¡NO! Voy saltando de árbol en árbol, tan sólo llevando mi katana y mi ametralladora Thompson."
Bastardo Tramposo: "¿Por qué?"
El Disgusto: "¡Digamos simplemente que elegisteis el rival académico equivocado, capullos!"
Biff Bam: "A medida que te acercas a la casa puedes ver extrañas formas parecidas a gárGORlas moviéndose por el tejado."
El Disgusto: "¿Puedo ver en qué habitación está el personaje de Ab3?"
Biff Bam: "Por favor, haz una tirada de cordura."
El Disgusto: "¿Por qué? ¿Por unas jodidas sombras? ¡YO soy una sombra!
¡Soy un ninja con doctorado!"
Biff Bam: "Las sombras son soBERnaturales. Por favor, tira los dados."
El Disgusto: "Que te jodan, mi personaje no se asustaría de--
¡¡¡NOOOOOOOOOOOO!!!"
El Disgusto intentó correr, pero Biff tenía la ventaja de jugar en
casa. Y antes de que ninguno pudiera reaccionar, el ninja blanco estaba
atrapado en una presa que Biff hizo con sus piernas. Bastardo Tramposo
parecía estar disfrutando del espectáculo, pero El Cobarde estaba
estremeciéndose. Yo miraba al poster. ¿Por qué tendría nadie un poster
como ese en la pared de la habitación de lavar la ropa? ¿Por qué?
Una vez que Biff restableció de nuevo su estatus como macho alfa, el juego continuó. El Disgusto estaba extrañamente callado; incluso bajo la luz lóbrega de los fluorescentes podía ver en su cara la marca del d4 en el que había aterrizado.
Biff Bam: "¿Seguro que no os queréis quitar las camisas, chicos?"
El Cobarde: "Yo estoy cómodo."
El Disgusto: "Yo no me quito mi camiseta de Boba Fett por nadie."
Yo: "Yo estoy disfrutando de todo el rollo este de la ola de calor, pero gracias de todas formas."
Biff Bam: "¿Qué os pasa? Aquí somos todos tíos. Quitáos las camisas."
Bastardo Tramposo: "¿Qué?"
Biff Bam: "B.T., quítate la camisa."
Era como esa escena al final de Fama, pero peor, porque en lugar de Irene Cara tenías a un tío con el físico y el color de piel de una ratatopo [7]. Desde mi posición estratégica, Billy Ray parecía estar midiendo la talla de Bastardo Tramposo por razones que no pude comprender. Si es posible para un poster bullir con ansias inhumanas, ese lo hizo.
Hubo un coro fresco de gruñidos y rugidos. Una sombra pasó sobre el rostro de Biff, se excusó de nuevo y salió de la habitación.
Yo: "Tenemos que salir de aquí."
Bastardo Tramposo: "¿Por qué? Si acabamos de llegar."
El Disgusto: "Ohshinobiohshibiohshinobi..."
El Cobarde: "Quizá si nuestros personajes se suicidaran..."
Yo: "Vamos a irnos y ya está."
Bastardo Tramposo: "Si haces eso podría cabrearse."
El Disgusto: "Ohshinobiohshibiohshinobi..."
El Cobarde: "¡Estamos perdidos! No puedo quitarme la camisa,
¡simplemente no puedo! Es por todo ese rollo del tercer pezón..."
Bastardo Tramposo: "Simplemente disfrutad de la partida, chicos. Es un gran master."
Yo: "¡Noticia de última hora! ¡Del planeta del que yo vengo, los juegos de rol no son un deporte de riesgo!"
El Disgusto: "Ohshinobiohshibiohshinobi..."
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