Arriesgándome a ser pesado, me parece que en el calor del debate me puedo perder en divagaciones y ya no se sabe ni lo que digo, o puede terminar pareciendo que soy partidario de presentar absolutamente en todos casos las cosas sobrenaturales de manera totalmente ambigua.
Por concretar, lo único que digo es que:
-Con el sistema RQ en la Tierra Alternativa, el hecho de que los
monoteístas tengan algún tipo de magia no impide que los politeístas
la tengan y a la inversa.
-Con mi sistema, el hecho de que una fuente funcione no implica que
necesariamente deje de funcionar otra fuente que utilizan gentes de
creencias enemigas o incompatibles.
-Puede dársele la razón a alguien, puede haber ritos que no
funcionen o si quieres fuentes falsas, charlatanes, embusteros y
engañados, leyendas imposibles y ahí el Master se pronunciará sobre
la eficacia o ineficacia mágica. Pero el Master hará eso porque
conviene a la historia, no porque se lo exijan las reglas.
Ya está, aparte de eso soy partidario de presentar generalmente las cosas desde el prisma de la cultura que se juegue y si hay contacto de culturas procurar dar pie más o menos sutilmente a la ambigüedad y a la duda para provocar intolerancia, miedo, dudas, síntesis, mestizaje o lo que salga.
Y también soy partidario de abrir la historia a los jugadores para que descubran (adivinando o de otra manera) qué es lo que significa EN LA HISTORIA su magia y tengan posibilidades de alterar la historia, e incluso la concepción de la fuente de sus vecinos. Y creo que para eso es mejor un sistema algo abierto, como el mío o el de las búsquedas heroicas gloranthanas, que de pie a "descubrir" qué es lo que hay, por lo menos en la historia que la metafísica no es nada en un juego inventado.
Saludos,
Antonio
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