Yo creo que la principal razón por la que no se juega mucho en kralorela es que la cultura china no atrae mucho por aquí, en parte porque sabemos poco de ella. Ciertamente es un reino pacífico, más pacífico que, pongamos, Sartar.
Pero eso no implica que no haya amenazas y tensiones que puedan convertirse en tramas de aventuras; trato de dar ideas.
Las recurrentes infecciones caóticas en este caso se encuentran especialmente alimentadas por las sectas que adoran a Sekever y demás. En los Distritos de los Cuatro Vicios se organizan planes maquiavélicos. Héxadas y Tongs mafiosos buscan su propio provecho mediante el crimen y el asesinato. Monstruos abominables atacan desde las montañas; a veces esos inhumanos hsunchen, más a menudo, trolls y sobre todo hordas de trollkins hambrientos, en las más terribles ocasiones los siniestros Huan To. Algunos nómadas animales de Prax tratan de saquear en ocasiones la frontera oeste.
Caballeros, unidades del ejército y escuelas de artes marciales rivalizan en luchas y rivalidades eternas cuyo origen se pierde en la inmensidad de los tiempos. Hay una fuerte tensión entre la nobleza de sangre, propietarios de la tierra y señores absolutos del lugar, y la meritocracia de los mandarines, funcionarios, burócratas y administradores de justicia. Hechiceros y alquimistas buscan objetos mágicos, componentes extraños, o pelean por encontrar lugares y rituales de poder.
Los mandarines no siempre son los "buenos", ocasionalmente hay alguno corrupto o incluso tentado por Sekever, de los demás se dice que obran con perfecta sabiduría dragontina pero todo desde la perspectiva oficial kralorelana. Sus métodos y juicios podrían resultar, digamos crueles para un patrón extraño a la cultura. En otras ocasiones incomprensibles para la lógica, obrando por motivos puramente dragontinos e inescrutables para los necios.
Las mujeres son teóricamente inferiores, pero muchas de ellas están ganándose un terreno y un prestigio, generando más tensiones. El Sendero del Dominio Inmanente cada vez gana más adeptos entre el populacho y muchos dicen que ya basta de tolerar a esos embaucadores. Nuevas tensiones.
Sigue habiendo historias truculentas, asesinatos, criminales, cuentos de fantasmas, lugares embrujados, y tal vez oscuros secretos del pasado que descubrir en las ruinas de una antigua ciudad dragonut.
Con todo esto basta, si no quieres un conflicto épico a gran escala en el que esté en juego la supervivencia del Imperio (no hace ninguna falta para jugar bien ¿cuántas partidas así habéis jugado?). ¿Y si queremos guerras de los héroes?
> Kralorela es una gran potencia limitar. Está a salvo de amenazas
> procedentes del oeste gracias a sus formidables fuertes de hierro.
> En el norte existe la amenaza del Reino de la Ignorancia, amenaza
> con la cual han convivido los kraloreanos durante generaciones,
>algo en principio superado.
Sólo en principio. Can Shu, el Reino de la Feliz Ignorancia está levantando por primera vez en mucho tiempo un poderoso ejército, no sólo con gente de allí, está echando mano de pentanos, exiliados lunares y de los trolls de Koromondol. Y sí, deben tener un as en la manga, especialmente los adoradores del Sol Sangriento. El HeroQuest habla (referencias crípticas, de las que le gustan a Paco ;-)) de las Guerras del Sol Sangriento, en las que aparecerán enormes bestias prehistóricas para combatir a los dragones kralorelanos y lloverá sangre del cielo.
>Igual el desastre exterior más importante con
> el que se pueden topar los kraloreanos consiste en los piratas
> vorumai.
Aparte Vormain podría intentar una invasión.
> El reino está gobernado por el Emperador Godunya, un inmortal, un
> Dragón Auténtico nada menos con benevolencia y justicia. Muchos de
> sus servidores también tienen categoría divina. Aquí se podría
> pensar que un gobierno justo y benevolente es relativo, pero no
>hay que olvidarse que Godunya es un dios, mucho más virtuoso que
> cualquier emperador o rey humano de cualquier otro reino o nación
> gloranthana.
Godunya no es un dios, sino un Dragón Auténtico. Su benevolencia es efectivamente relativa, es decir, para los humanos. Piensa como un dragón. O eso dice. ¿Y cómo piensan los dragones? De ninguna manera comprensible para los humanos. La virtud es un término extremadamente relativo, depende de para quién.
Eso sí, perspectiva kralorelana oficial, gobierna con total y absoluta sabiduría ¿y eso qué significa? ¿Qué es lo que ocurre con los gobernantes divinos de los imperios descomunales? Que se dedican a las Cosas Realmente Importantes como Canalizar la Devoción Para Guiar la Senda Espiritual del Pueblo Hacia la Perfección y los Exarcas lo mismo a menor escala. En términos materialistas estrictos ¿quién gobierna? Por supuesto, los funcionarios, es decir, los mandarines.
¿Todos los mandarines están de acuerdo? Pues no. Por supuesto, casi todos son absolutamente leales al emperador, cada uno a su manera. Cada uno tendrá su manera de entender lo que significa ser leal al emperador, en muchos casos por puro idealismo (ideología) en otros casos mezclado con sus propios intereses.
[Casi] todo el mundo está de acuerdo en que el Emperador es infinitamente justo, así que todo el mundo dice que el Emperador dice lo que ellos dicen. ¿Quién es más leal al Rey, a Los Intereses del Pueblo, a la Constitución o a los Derechos Humanos? Cuando hay conceptos abstractos con los que casi todo el mundo está de acuerdo todo el mundo se los apropia, a veces incluso con buena intención.
El Emperador no sólo es un supermandamás por encima del bien y del mal en su enjoyado palacio, sino que además es un místico volado, críptico y dragontino. Interpretar unas palabras del Emperador como "Se acercan tiempos en los que las Escamas del Dragón deben fortalecerse", puede provocar auténticas guerras internas, a lo mejor estaba pidiendo crema para la piel, pero si eres un general que piensa que hay que ampliar la guarnición de los fuertes defensivos, tendrás claro que el Emperador dice lo que tú creías.
Esa ambigüedad es la que rodea a los gobernantes sagrados. Son dioses, pues les ocurre lo mismo que a los dioses.
> Por si fuera poco prácticamante toda la población kraloreana le
> rinde culto. De este modo su autoridad se afianza entre el pueblo,
> siendo muy querido por este.
Por supuesto es muy querido. Si el mandarín castiga a tu familia a ser ejecutados porque robaron al noble local, que estaba forrado y tu familia era pobre, la culpa no la tiene el Emperador. Es este malvado mandarín corrupto, conchabado con el noble, o quizás los malignos consejeros que transmiten los mensajes del Emperador deformados y recibirán su castigo en dieciocho infiernos.
Por supuesto todo puede cambiar. Son las guerras de los héroes, el viejo mundo ha terminado. Quizás incluso esa triste rebelión de la Mano Negra tenga esperanzas de tirar el régimen...
Digamos que la masa es bastante voluble. Hoy rinden culto al Emperador, mañana a Mao...
> golpes de estado,política económica ineficiente, invasiones
> bárbaras ... Todo esto parece haber sido conjurado en Kralorela,
> donde existe una sociedad muy estructurada y jerarquizada. No es
>un buen sitio para aventureros.
Las sociedades estructuradas y jerarquizadas son las más apropiadas para que florezcan las intrigas políticas y/o comerciales.
Para aventureros standart al uso y campañas de golpeteo, mandarlos a la frontera a combatir a los demonios extranjeros está bien.
> Quizá el problema sea que es una teocracia, que a diferencia del
> mundo real, un Emperador Divino si tiene más poder. Es un dios y
>no es solo formalismo.
Es un Dragón Auténtico, pero no puede utilizar su poder. Ha renunciado a su poder para salvar al pueblo. No podría convertirse en dragón y mantiene la apariencia, forma y cuerpo de un pobre viejo. Tendrá un buen poder mágico y habrá cosas que pueda hacer, pero creo que su poder personal es muy limitado. Es decir, podría llegar a hacer muchas cosas si decide corromper su sendero espiritual... En casos MUY especiales lo haría.
> En fin si queremos ser coherentes con lo oficial y nos gustan los
> ambientes con aires del Extremo Oriente igual es mejor que nos
> fijemos para nuestras partidas en Vormain, la versión gloranthana
> del Japón feudal.
Yo creo que todo es una cuestión de matices. Aunque por supuesto debe alterarse lo oficial, como en cualquier partida que juegas en cualqueir sitio YGWV ;-). Por ejemplo, las Guerras de los Héroes las decidís los que jugáis. Lo oficial es un esqueleto, si no lo alteras no hay nada. Pero digo matices porque las visiones simplificadas son sólo utilidades para aprehender la realidad del imperio, pero no hay que hacerles demasiado caso a la hora de valorar un imperio civilizado de millones de personas. Mucho más complejo de lo que se dice en un párrafo publicitario.
> Otra alternativa es cambiar cosas en Kralorela. Bajar al Emperador
> de su pedestal y quitarle esa etiqueta de gobernante legendario y
> sabio.
¿Por qué no hacerlo jugando?
Es decir, el Emperador empieza a tomar decisiones cada vez más discutibles y herejes rumores empiezan a propagarse. Empezamos la campaña con el Emperador bueno y sabio, así un montón de aventuras. Luego, los personajes ponen en duda su lealtad. Podría terminar corrompiendose al Caos, como Sekever, tal vez es lo que esté haciendo, o tal vez los personajes son unos necios y están creyéndose más sabios que Godunya puesto que hay un sentido oculto en todo. O tal vez los personajes tengan que proteger a Godunya de los "infundados" (?) rumores y de la rebelión. A decidir en la campaña.
> Otra alternativa podría ser quitarlo de en medio. El Emperador ha
> sido asesinado. Los Exarcas intentan salvar la situación de su
> pueblo sin dirigentes. Algunos de ellos ansían el trono imperial.
Yo lo haría también empezando en el Reino de la Perfección. Montón de aventuras en el Imperio bueno y sabio y justo y perfecto gracias a la sabiduría suprema del Emperador. Alguien lo mata. Vaya, las cosas se ponen feas.
Ahora, los problemas que uno ponga, las aventuras, los giros en la trama de la campaña, etc, dependerán mucho de las necesidades del guión.
Saludos,
Antonio
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