Bueno, por recapitular, la figura de los representantes es una vieja institución dara-happana y tiene más sentido en su contexto formalista, rígido y jerárquico, donde la palabra del emperador es ley (el tipo de gente que tienen una clase hereditaria de funcionarios dedicados a garantizar la perfecta redondez de las ruedas de los carros).
En su versión moderna, imperial, parece que empezaron en 15 y pico con el emperador Venerabilis, para escaquearse de los ritos de Yelm de Raibanth creó al Representante de Oro. En 1588, Reclusus creó los Representantes de Plata y en 1591 los de Bronce, Latón y Hueso (parece que más bien tienen nombres de materiales).
La idea es: el Emperador no puede o no quiere estar en todas partes donde tiene que estar. Al fin y al cabo, el Emperador es la garantía de unidad y de obediencia de todo el imperio.
¿No quieres ir a la guerra, como es debido, para dirigir las tropas? No importa, tienes a tu Representante de Hierro, y así el Emperador puede dirigir los ejércitos. También hay Representantes para tareas menos gloriosas; se ha sugerido que hubiera uno para recibir maldiciones, ofensas, venenos y demás (con algún tipo de magia empática para traspasarle las cosas), e incluso un Representante- -expiatorio que reciba las culpas del Emperador.
Teológicamente, y, como mínimo para los dara-happanos, los Representantes SON el Emperador a los efectos indicados (a la hora de mandar las tropas el Representante de Hierro), de modo que desobedecer al Representante ES DESOBEDECER AL EMPERADOR. Yo diría que para los demás también. Y apuesto varias ruedas de oro a que en mundo-mágico eso significa algo REAL. Digamos que con el traspaso de poderes (¿quizás un amuleto distintivo del material correspondiente?), se produce un enlace o vínculo, o más explícitamente, se cede parte de la esencia del Takenegi. Por ejemplo, si usas tu conjuro de "Detectar Emperador" sale positivo. ¿Ellos MISMOS se lo creen? Lo normal es que sí, qué menos que se crean su propia teología, con más razón si encima es verdad. Así que, en cierto modo, se saben el Emperador.
El número de Representantes dependerá de las necesidades del Emperador, y su nombramiento, de su capricho. ¿De dónde salen? Hombre, el culto del Emperador Rojo es francamente apropiado pero a ver quién le dice a Argenteus que su esclavo favorito (estilo Antinoo) no puede ser Representante. En todo caso, se le inicia con el nombramiento y ya está.
Nick Brooke jugaba con la idea de los "dobles", estilo Hitler, Elvis o más modernamente, Sadam Husein. Si al Emperador no le gusta el Circo, el tipo que va al circo por él es igualito, por razones mundanas y/o mágicas, de manera que no hay forma de saber si el tipo que te encuentras como Emperador, es realmente el Emperador (y para colmo lo es, porque el apoderamiento mágico tiene efectos reales). Esta exigencia de parecido físico no parece que vaya a prosperar en la línea oficial, es decir, como necesidad absoluta (habrá dobles y gente que no sea doble), aunque no conviene rechazar del todo tanta posibilidad de paranoia y teorías de la conspiración. Lo que aparece en la página de Nick Brooke, salvo el artículo del valle del Oronin, no es digamos "canónico", lo cual da lo mismo pero hay que tener en cuenta cuando nos encontremos contradicciones.
Y lo que proponía era que cuando moría el Emperador podía montarse un desbarajuste. Los Representantes concentran partes de la esencia del Emperador y precisamente ahora se trata de averiguar quien la tiene toda entera/puede tenerla toda entera (aunque yo creo que en la competición podían entrar otros devotos del culto). Así, mientras la burocracia y el imperio siguen funcionando normalmente, podría haber enfrentamientos ocultos entre Representantes (idénticos, en la versión propuesta), casi todos ellos de buena fe y creyéndose el Emperador (porque para colmo lo son). Quizás demasiado desestabilizador, pero una idea para tener en cuenta.
Alguna otra versión posible ve a los Representantes como constructos mágicos con la esencia del Emperador, o incluso estatuas vivientes que realizan las funciones encomendadas. Pero creo que la visión que va a prosperar es la de las personas.
Saludos,
Antonio
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